Camps no logra incluir el trasvase del Ebro en el programa del PP

El trasvase del Ebro no figura en el programa electoral del PP que Mariano Rajoy presentará mañana sábado en Madrid. La exigencia, repetida hasta la saciedad por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, decayó ayer ante los intereses electorales de Mariano Rajoy. Camps prefirió facilitar la salida al presidente nacional del PP, que se enfrentaba a una grave crisis interna en Aragón si se incluía una referencia explícita al trasvase del Ebro en el programa electoral.

Los populares tienen decenas de mociones sobre el Ebro aprobadas

El Consell y entidades afines apelan ahora al consenso nacional

La pugna entre Camps y el presidente del PP de Aragón, Gustavo Alcalde, se saldó a favor del segundo, al que faltó tiempo para anunciar que el programa electoral de Mariano Rajoy no mencionará el Ebro.

"El programa propone garantizar el derecho de todos a disponer de agua suficiente y de calidad, atendiendo en primer lugar a las reservas estratégicas, a la realización del Pacto del Agua y a mantener el principio de preferencia de uso de los territorios por donde transcurren las cuencas, en aras al interés de la sostenibilidad y el desarrollo de actividades sociales y económicas de los territorios, transfiriendo los sobrantes de agua a cuencas deficitarias", señaló el dirigente de los populares aragoneses.

"La transferencia de sobrantes podría ser del Miño, del Duero, del Guadalquivir, del Guadiana o del Sil, porque lo que no ha hecho el PP es pivotar su política hidráulica sobre un solo río, sino sobre todos y cada uno de los ríos españoles, incluido el Ebro", dijo Alcalde.

Camps, que renunció a incluir el Ebro en el programa del PP tras reunirse por la mañana con Rajoy en Madrid, guardó silencio durante todo el día. Y solo tras verse sorprendido por el anuncio del PP de Aragón, movilizó al Consell y a los populares valencianos para intentar minimizar el impacto de la decisión.

Tras años de insistir en el trasvase del Ebro, el Consell y el PP valenciano apelaron a la necesidad de alcanzar un gran pacto nacional en materia de agua con el consenso "de todos".La decisión de Mariano Rajoy de no incluir, finalmente, el trasvase del Ebro en el programa electoral del PP supone un duro revés para Camps. De hecho, rompe el eje central de la política desarrollada por el presidente de la Generalitat durante los últimos cuatro años, en los cuales no ha habido semana en la que no se reclamase el agua del Ebro. Aún así, Rajoy ha preferido sacrificar a Camps, que dispone de un alto techo electoral y unos votantes fieles, para mantener vivas sus expectativas de arrancar algún escaño a los socialistas en Aragón.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, emplazó a Rajoy a "que diga claramente si está a favor del trasvase del Ebro". "El PP no tiene las ideas claras ni en una cosa tan trascendental como es el Plan Hidrológico y la política de agua", dijo Rodríguez Zapatero en una entrevista radiofónica.

Rajoy anoche, en una entrevista en Cuatro, interrogado sobre el trasvase el Ebro evitó asumir cualquier compromiso y situó como prioridad el cumplimiento del Pacto del Agua de Aragón.

Presidencia de la Generalitat argumentó -tal y como había insinuado el propio Camps el miércoles pasado en un mitin- que las referencias a la política hídrica en el programa del PP se basan en la necesidad de conjugar los Estatutos de autonomía de la Comunidad Valenciana y Aragón. El Tribunal Constitucional falló recientemente a favor de la legalidad del artículo 17.1 del Estatut, que recoge el derecho de los valencianos a "los sobrantes de cuencas excedentarias atendiendo a criterios de sostenibilidad de acuerdo con la Constitución y la legislación estatal". Sin embargo, en su fallo, el Tribunal Constitucional advierte de que el derecho valenciano al agua no se puede imponer al Estado. O, dicho de otro modo, no obliga a nada.

Por el contrario, el Estatuto de Aragón indica en su artículo 72 que el Gobierno autonómico tendrá que emitir un informe preceptivo para cualquier transferencia de agua que afecte a su territorio. Este Estatuto incluye, además, una disposición adicional quinta que fija una reserva de agua exclusiva para los aragoneses de 6.550 hectómetros cúbicos. Una cantidad que blinda el Ebro ante cualquier intento de trasvase.

En este contexto, el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, José Ramón García Antón, dijo que la redacción del programa electoral del PP "lo que hace es recuperar el Plan Hidrológico Nacional y volver a las políticas de consenso, sostenibilidad y solidaridad de todos los territorios". "Es la recuperación de una politica que puede beneficiar a todos y no perjudica a nadie", sentenció García Antón.

El secretario regional del PP, Ricardo Costa, hizo de tripas corazón para expresar su "enorme satisfacción por haber logrado un texto que aúna los Estatutos de la Comunidad Valenciana y de Aragón y los combina en una solución que reconoce el derecho de todos a los recursos hídricos y satisface las reivindicaciones de cada territorio". El cabeza de lista por Valencia, Esteban González Pons, fiel a su estilo, ejerció de enfant terrible: "La noticia es que no hay noticia respecto a los populares en materia de agua".

Lo cierto es que el propio Francisco Camps, tan lejos como el pasado día 2, dijo sobre el trasvase del Ebro: "Lógicamente irá en el programa electoral del PP". Una reivindicación que el jefe del Consell incluyó en su discurso de Año Nuevo.

"No hay ninguna duda de que el PP incluya en su programa referencias para lo que es una demanda de la Comunidad Valenciana y lo que es la continuidad del PHN elaborado con José María Aznar", dijo el vicepresidente Vicente Rambla el pasado mes de noviembre. Un mes en el que la dirección regional del PP ordenó presentar una moción en "todos los Ayuntamientos valencianos para recuperar el trasvase del Ebro".

Este mismo mes, Camps reclamó el trasvase, acompañado del presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel.

El programa electoral de Camps, convertido en programa de gobierno de la Generalitat, tiene en su frontispicio el siguiente compromiso: "Seguir reivindicando los 450 hectómetros cúbicos/año que aportaba el derogado trasvase del Ebro".

El cambio de postura del Consell fue arropado por alguna de las entidades más beligerantes con el trasvase del Ebro, como la Junta de Usuarios del Vinalopó o la Asociación Valenciana de Agricultores, que hicieron una llamada al consenso en materia de política hídrica. Aunque el presidente provincial del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, se desmarcó. Ripoll recalcó que él no era redactor del programa del PP y anunció que seguirá luchando por los trasvases.

Las críticas desde los partidos de oposición tampoco se hicieron esperar. El presidente de la gestora del PSPV, Joan Lerma, lamentó que el PP haya engañado a los valencianos con el trasvase del Ebro durante los últimos cuatro años. El diputado socialista Francesc Signes anunció que interpelará al Consell para saber "cuánto se ha gastado en la guerra del agua". Esquerra Unida y el Bloc también criticaron la actuación de Camps.