El coste de Europa

La economía búlgara celebra su primer año como miembro pleno del club comunitario, un periodo de luces, pero que también ha traído algunas sombras. Desde su ingreso en la UE, en enero de 2007, Bulgaria ha mantenido su marcha macroeconómica, ha seguido avanzando para alcanzar los criterios de estabilidad presupuestaria de Maastricht, ha aumentado el comercio con sus socios comunitarios y ha mejorado la inversión extranjera. No obstante, la adhesión a Europa también ha traído consigo el aumento de la inflación y del déficit por cuenta corriente.

Bulgaria mantiene tasas de crecimiento que desde hace cuatro años triplican a sus socios de la Unión Europea, un fenómeno compartido con la mayoría de los países que se han sumado a la UE a partir del año 2004. La economía búlgara se elevó un 6,1% en 2006 y todos los pronósticos indican que este año su desempeño debería estar en torno al 6%-6,4%. El Ejecutivo incluso va más allá y pronostica un alza de 6,8% y 6,9% para los años 2009 y 2010. Esta bonanza se basa en el crecimiento de los mercados exteriores, pero, sobre todo, de la inversión extranjera.

El país cumple con prácticamente todos los criterios europeos, como el déficit fiscal, la deuda pública y estabilidad financiera y monetaria

La economía búlgara se elevó un 6,1% en 2006 y todos los pronósticos indican que este año su crecimiento podrá estar en torno al 6%-6,4%

Inversión extanjera

Entre 2002 y 2007, la inversión en Bulgaria, como porcentaje del PIB (producto interior bruto), se ha elevado un 15%, principalmente gracias a la inversión privada. En 2006 recibió unos 4.316 millones de euros en concepto de Inversión Extranjera Directa (IED), de los cuales unos 3.200 millones se destinaron a bienes inmuebles construcción, sectores financieros y comercio. Sólo 804 millones se ocuparon de manufacturas e inversiones industriales. Bulgaria, al igual que muchos países del Este de Europa tiene serias deficiencias en infraestructuras.

No obstante, este crecimiento ha sido sólo una parte de las preocupaciones de la Administración búlgara. Su otro gran reto es la adaptación a los criterios del Tratado de Maastricht, requisito indispensable para cumplir la meta de integrarse a la Unión Monetaria Europea antes del año 2012. En estos momentos, el país cumple con prácticamente todos los criterios, como el déficit fiscal, la deuda pública y estabilidad financiera y monetaria, aunque sigue manteniendo problemas con la inflación y la constante alza de los precios.

Superávit fiscal

La Comisión Europea espera un superávit fiscal del 2% para el año 2007, una cifra que otros analistas internacionales reducen al 1,5%. Con todo, Bulgaria ha logrado una importante holgura presupuestaria que le permite mirar con buenas expectativas la adhesión. A diferencia de la mayoría de su entorno, el país ha mantenido superávit cercanos al 3% desde el ejercicio 2004.

En cuanto a deuda pública, las cosa también marchan con tranquilidad. El país ha logrado reducir este indicador desde el 74% del PIB en 2000 hasta el 21% durante el año pasado.

Estos datos contrastan con la inflación, un problema que lejos de controlarse con la entrada en la Unión Europea se ha agudizado. En 2000, el crecimiento anual de los precios rondaba el 10,2%, reduciéndose hasta el 2,3% tres años después. Los datos indican que se ha pasado de un dígito cercano al 8% en 2006 hasta el 12,6% interanual en noviembre de 2007. Esto se ha sumado al déficit por cuenta corriente, el segundo gran reto de Bulgaria en estos momentos. Según las últimas cifras, este desequilibrio ha llegado hasta el 17% del PIB y con expectativas de cerrar 2007 en el 20%. Hace pocos cursos, este indicador no superaba el 7%.