La conexión gallega de Antonio Banderas
La firma coruñesa Perro Verde producirá un filme de animación con el actor
Antonio Banderas acaba de formalizar un acuerdo con una productora de cine gallega. Pero en esta ocasión no será para trabajar como actor, ni siquiera como director, igual que en otras ocasiones, sino como productor. Y además en un campo nuevo para él: la animación. Con su productora, Green Moon, coproducirá por vez primera una película de animación, El lince perdido, junto con la empresa granadina Kandor Graphics y la emergente productora Perro Verde Films, que tienen su sede en A Coruña.
"¿Rodará Banderas en Galicia?" "En eso estamos", responden desde Perro Verde
"Banderas ejerce plenamente de productor y aporta un conocimiento de la industria a la que nosotros no tenemos acceso", comenta Manuel Cristóbal, cabeza visible del sello Perro Verde. Tras acumular varios años de experiencia en la factoría de animación Dygra, Cristóbal fundó Perro Verde hace año y medio, con sus socios María Arochena y Rubén Zarauza, y decidieron especializarse en el mercado internacional.
Por el momento, los gallegos ya han participado en la producción de dos películas, la singular animación titulada Gritos en el pasillo, que utilizó como material figurativo los cacahuetes y que ha cosechado una notable acogida, y la película en imagen real La noche que dejó de llover, la ópera prima del realizador santiagués Alfonso Zarauza, que se estrenará en los próximos meses.
Ahora llega el turno de El lince perdido, una película de animación con un trasfondo de mensaje ecológico, en la que un excéntrico millonario decide construir su particular Arca de Noé porque tiene el sueño de salvar a todos los animales en peligro de extinción. El largometraje ha sido impulsado por el productor Manuel Sicilia y también por Raúl García, un animador con muchos años de experiencia, forjado en la factoría Disney.
"Este proyecto cinematográfico tiene su origen en Kandor Graphics, que es un estudio de animación muy experimentado. Ellos iniciaron la película, después entró Antonio Banderas con Green Moon, y a continuación nosotros, que aportamos nuestro conocimiento del mercado internacional", explica el inquieto Manuel Cristóbal, que no cesa de rastrear en los mercados y festivales de todo el mundo.
Ahora, uno de sus destinos también es Málaga, donde periódicamente se reúne con Antonio Banderas, y el resto de los productores de El lince perdido. "Banderas es una persona que tiene un nivel de relaciones que no es en el que nos movemos habitualmente, pero también es muy consciente de cómo administrar su figura", indica Cristóbal al tiempo que alaba "su capacidad para captar el talento que hay en la animación española y para invertir en él".
Por lo que se deduce, Antonio Banderas ha decidido apostar de pleno por la animación, ya que su productora Green Moon ha firmado un acuerdo a largo plazo con Kandor Graphics para realizar nada menos que cinco películas de animación en diez años.
Está previsto que uno de esos largometrajes lo dirija el propio Banderas, en lo que sería su debú como director de animación, y que posiblemente ponga voz a alguno de los personajes, como ya hizo en su día con el gato con botas andaluz de la saga Shrek. Lo que todavía no está previsto es si los coruñeses de Perro Verde participarán también en los siguientes largometrajes: "Por ahora, solamente hemos entrado en la coproducción de El lince perdido, y claro que nos gustaría ver la posibilidad de entrar en todos los demás, pero primero hay que ver cómo funciona este".
De momento, parece que todo está saliendo satisfactoriamente, pues la película, que tendrá un presupuesto aproximado de 5 millones de euros, y que podría estrenarse hacia finales de este año, ya ha sido vendida a 35 países.
Al mismo tiempo que este proyecto, el emprendedor Manuel Cristóbal anticipa que "Perro Verde va a participar en breve en muchas películas más". ¿Y en alguna de esas películas veremos a Banderas rodando en Galicia? Al otro lado del teléfono se intuye una media sonrisa. Hay una breve pausa, y a continuación se escucha una respuesta escueta: "En eso estamos".
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