El Carnaval de Cádiz sale del Falla y ocupa la calle con el carrusel de coros

Los primeros piratas, hechiceros, monjes y payasos esperaron al mediodía para salir a la calle. Tras el trasnoche provocado por la gran final del concurso de agrupaciones, Cádiz fue disfrazándose lentamente hasta explotar en la noche de ayer en la ya clásica mezcla de ropas, pelucas y maquillajes. El Carnaval tendrá hoy otro día grande en torno al carrusel de coros, la cabalgata y el caótico rastreo de charangas y chirigotas ilegales, las que no salieron en el Teatro Falla, que se reparten por todo el casco antiguo.

El pregón del músico gaditano Antonio Martínez Ares rompió el fuego. Martínez Ares es reconocido por su pasado carnavalesco como consagrado autor de comparsas. Retirado del carnaval, volvió ayer a la fiesta vestido de pirata. Por la tarde había desfilado con toda su compañía por el centro gaditano buscando su particular botín, aquellos duros antiguos que rezaba la copla, hasta llegar a la plaza de San Antonio. La fiesta había empezado de forma oficial la noche antes dentro del Teatro Falla. El escenario del coliseo gaditano aupó a las mejores agrupaciones en la gran final. Fueron coronadas las grandes favoritas. La chirigota Las Pito-risas temió perder su feliz premonición de primer premio, sensación obtenida desde la fase preliminar, al confundir gran parte de los componentes la letra de un pasodoble compuesto in extremis para la ocasión. Pero el jurado no se lo tuvo en cuenta y la dejó en lo más alto, seguida de cerca de Los Monstruos de Pueblo, la chirigota del Yuyu, que se conformó con el segundo premio, y El Código da Viñi, una particular última cena en el barrio de la Viña.

En comparsas, la modalidad más seria, no hubo sorpresas y venció La Comparsa del Momo. En coros volvió a triunfar el grupo de Julio Pardo y Antonio Rivas, La Catedral, y en cuartetos arrasó Taller de Reparaciones, la agrupación que más risas y aplausos ha generado en este concurso. El fallo del jurado, hecho público pasadas las cuatro de la madrugada, liberó al carnaval del encierro en el teatro. Por la mañana algunos coros se concentraron en la zona nueva de la ciudad, la avenida Segunda Aguarda, en una iniciativa que está a punto de cumplir una década y que trata de extender la fiesta por todos los rincones de Cádiz. Aunque la esencia más tradicional siempre está tras de las Puertas de Tierra, en el casco antiguo, sobre todo, entre los barrios de la Viña y el Pópulo, donde se concentran las miles de personas que participan de la diversión.

Trenes, catamaranes y autobuses llegaron cargados de vaqueros, indios, enfermeras, monjas y vampiros. Eso sí, menos autobuses de lo habitual porque la huelga de la empresa Comes ha reducido las conexiones un 75%. Los que aguanten el sábado de disfraces, tienen hoy varias citas. A las 14.00 arranca el carrusel de coros más clásico. Subidos a las bateas, sus particulares carrozas, los tangos viajan por la plaza Mina, Candelaria, Palillero, Ancha, San Juan de Dios o San Antonio. No pasarán por el mercado, su recorrido más señero, porque está en obras.

Por esas calles estarán también las charangas y chirigotas. Las oficiales y las ilegales, que son más libres e irreverentes. Para buscarlas hay que estar atentos. Hoy y mañana estarán cerca del carrusel de coros. El resto de los días se las podrá encontrar entre el Palillero, la Catedral, la Viña o el Mentidero.

A las 23.00 la playa de la Caleta es uno de los lugares idóneos para ver los fuegos artificiales que se lanzarán desde el castillo de San Sebastián. Antes, a las 18.00, parte la gran cabalgata de la plaza Ingeniero La Cierva en dirección hacia el casco antiguo. Las sillas para verla fueron instaladas ayer por la mañana y ya por la tarde recibían visitas. Los primeros arlequines, superhéroes y princesas tomando fuerzas para la fiesta que se avecinaba.

Mañana, jornada festiva en Cádiz, la fiesta continuará y también el resto de la semana. Siete días en los que el carnaval mezclará sus propias coplas por escenarios repartidos por toda la ciudad con conciertos de Chenoa o Latinos, la actuación de Los Morancos, pasacalles y bailes en la plaza de San Antonio. Unas nubes negras amenazaban al anochecer un húmedo inicio de carnaval. Y los aficionados recordaban viejas letras sobre el gusto que le ha cogido San Pedro a que llueva sobre tangos y cuplés.