Raneda desactiva la "guerra civil"
El adelanto electoral en la Universidad Alicante facilitará la reforma europea
La compleja reforma de todas las titulaciones universitarias que se tendrá que acometer en breve para converger con Europa generará múltiples tensiones y será traumática para algunos departamentos que sufren una constante reducción de matrícula. Afrontar este proceso en un clima electoral sería un "suicidio", "error" o una "locura", según admitieron varios responsables universitarios consultados ayer. Este ha sido el principal motivo esgrimido por el rector de Alicante para dimitir y adelantar las elecciones. Ignacio Jiménez Raneda se esforzó ayer en dejar claro que el único objetivo era evitar que coincida la campaña electoral, prevista para el final del curso académico, con el debate público de la reforma de todos los títulos según las directrices que pretenden alcanzar en 2010 un Espacio Europeo de Educación Superior.
La reestructuración de centros y facultades marcó la fecha de la dimisión
La dimisión, que cogió por sorpresa a buena parte del equipo de gobierno y a cualquier rival que se precie, garantiza a Raneda una reelección relativamente tranquila, ya que es difícil que las personas o los sectores más críticos con su gestión tengan tiempo para organizarse en una candidatura "alternativa, real y con opciones".
El campus de Alicante se convertirá en las próximas semanas en un hervidero de comentarios y quinielas sobre posibles candidatos, y tras las vacaciones de Semana Santa es probable que surja alguna candidatura, pero "más para hacerse notar que para poder triunfar", confesaba un vicerrector. La decisión de Raneda fue calificada por algunos como "de manual", ya que evita posibles rivales y al mismo tiempo transmite una imagen de responsabilidad. "Prefiere acortar su primer mandato, para conseguir una cómoda mayoría, antes que quemarse vivo", resumía irónicamente otro catedrático con amplia experiencia de gestión.
Sin embargo, Raneda evitó ayer entrar en cábalas electorales o posibles conspiraciones futuras. Convocó su última rueda de prensa en el actual mandato para reiterar que su decisión está muy "meditada", obedece a motivos estrictamente "académicos" y persigue el reto de implantar los nuevos títulos de grado "bien, y para lograrlo es necesario un ambiente de plena normalidad institucional y tranquilidad", apuntó.
El mandato de Raneda expiraba en diciembre, con lo que la campaña electoral hubiera comenzado prácticamente en octubre próximo, en el inicio del curso escolar, momento en el que también estaba previsto iniciar el debate sobre el futuro de las 50 titulaciones que imparte la Universidad de Alicante. El proceso de convergencia europea obligará a modificar planes de estudios, los actuales créditos docentes e incluso a replantear el futuro de aquellas carreras que tengan poca demanda. Un proceso complejo, difícil y que provocará un amplio rechazo entre los docentes afectados. Una situación que reavivará el ambiente de "guerra civil encubierta" que se ha vivido en el campus durante los últimos meses a raíz de la reestructuración de centros y facultades. "Con un ambiente hostil no se puede votar", admitía otro dirigente universitario. En la consejería, el director general Emilio Barberá dijo a EL PAÍS que se trata de una "estrategia electoral" de Raneda para presentarse "con fuerza ante la reforma", y destacó la "responsabilidad" del rector.
Pero además del proceso de convergencia europea, también han influido otros factores. El propio rector admitió que si el decreto que regula la implantación de los nuevos títulos "se hubiera publicado hace un año" su dimisión no hubiera sido necesaria. Y a la pregunta sobre si han influido otros temas, como el delicado horizonte financiero que asfixia a las universidades por culpa de la Generalitat o la propia reestructuración de centros y facultades que ha molestado a los que han perdido poder, el rector contestó muy claro: "A la primera afirmación tajantemente no ha tenido nada que ver, y la reforma de facultades ha marcado el momento, quería, antes de dimitir, cumplir con ese dictamen del estatuto".
Ante la futura confección del equipo de Gobierno Jiménez Raneda explicó que será "de continuidad" si repite en el cargo, pero eso no significa que vaya ser "continuista" ni en las personas, ni en las políticas, aunque todavía es pronto para avanzar detalles sobre ello. El rector quiere un equipo capaz de "monopolizar el proceso del diseño de los nuevos títulos de grado. Nos jugamos el futuro de la universidad", aseguró.
Sobre las escasas posibilidades que pueden tener otros candidatos de dentro o del fuera del actual equipo, el todavía rector dijo: "Ni me lo he planteado".
Raneda descarta que juegue con ventaja ya que "las normas son las mismas para todos". "No me preocupa si hay más candidatos o no", añade. De momento, el todavía rector espera el decreto de la Generalitat que confirme su cese para regresar a su despacho en la Facultad de Económicas y preparar su campaña. Durante esos meses, Antonio Marcilla, actual vicerrector de Ordenación Académica, asumirá el cargo de rector en funciones.
Cambio de ritmo de un rector prudente
Ignacio Jiménez Raneda (Alagón, Zaragoza, 1951) es un hombre discreto. Empezó a dar clases en la Universitat de Valencia, recaló en Alicante nada más crearse la universidad, consiguió su plaza de catedrático de Fundamentos Económicos en 1986. Su especialidad es la microeconomía, pero su proyección social arrancó a finales de los ochenta cuando accedió al consejo de administración de la CAM. En el campus fue decano de la Facultad de Económicas y director de departamento. En junio de 2001 saltó al edificio noble del rectorado al asumir con Salvador Ordóñez el vicerrectorado de Planificación Económica. Y desde enero de 2005 es rector.
Su mandato no ha sido de grandes fastos, ni proyectos grandilocuentes, todo lo contrario, mucha gestión interna (aprobación del nuevo modelo de plantilla, confección de un plan estratégico...), restablecimiento de las deterioradas relaciones institucionales con las administraciones gobernadas por el PP, y búsqueda del equilibrio entre las distintas facciones del campus. Pero en los últimos meses algo empezó a cambiar. Raneda se convenció primero de que era necesario un segundo mandato, y luego se apasionó con la reforma de títulos. En verano empezó a "preocuparse" por la posible coincidencia de esta reforma con las elecciones y en Navidad tuvo claro que tenía que dimitir y adelantar la votación.
Su estrategia ha sido el secreto mejor guardado, solo un selecto grupo de fieles colaboradores conocía estos planes, que han descolocado a más de uno en el campus. También sorprendió con su firme intención de acometer cuanto antes la reforma de centros y facultades, un proceso que emana del estatuto en vigor y que ha generado muchas tensiones. En la sesión extraordinaria del Consejo de Gobierno donde se discutía este espinoso asunto, la votación debía ser a mano alzada, pero uno de los directores afectados pidió que fuera secreta, y pese a no estar obligado, Raneda dijo que sí. "Se la jugó, aceptó el reto y ganó. Ahora se la vuelve a jugar en las elecciones y veremos qué pasa", explica un profesor.
Cronología del mandato
- 14-12-04 Raneda es elegido Rector de Alicante.
- 16-10-07 El Claustro de la Universidad de Alicante aprueba los criterios mínimos y generales que han de estar presentes en la reestructuración de centros.
- 30-10- 2007 El Ministerio publica en el BOE el decreto que establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales en base al Espacio Europeo de Educación Superior.
- 24-01-08 El Consejo de Gobierno Extraordinario aprueba la propuesta de reestructuración de centros.
- 30-01-08 Raneda comunica al Consejo de Gobierno su petición de cese anticipado de su cargo como rector y su decisión de presentarse como candidato.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.