Un gol cada ocho remates a puerta

Antes de viajar a Bilbao, consciente de que el Barcelona sólo sumaba 12 goles en sus diez salidas en la Liga, Frank Rijkaard expresó un deseo: "Los delanteros deben moverse y generar espacios para buscar posiciones de remate. No hay que aguardar la pelota para manifestar el talento. Cada uno de nuestros goles no tiene que ser una obra de arte". Bojan Krkic captó el mensaje rápidamente y marcó el 0-1 con un remate de primera con la zurda, nada más recibir de Deco, sin mediar más elaboración que un rechace de Aranzubia.

Frente al fútbol de conducción de Messi y el disparo largo y cruzado que persigue Henry, el ariete de la cantera es el delantero más concreto. Tiene más remate que juego. A diferencia de Ronaldinho y Messi, que se buscan y se encuentran (de los tres goles originados por una pared, ellos protagonizaron dos), Bojan combina más bien poco (no ha dado ninguna asistencia), pero mira a portería. Lleva cuatro goles (tres en la Liga y uno en la Copa) y todos los ha cazado en el área, al primer toque o, como contra el Recreativo, tras amagar el tiro, desequilibrar al defensa y disparar. Bojan chuta una vez cada 87 minutos. Dispara poco, pero no falla.

Bojan es el más contundente de un ataque condicionado por las lesiones

Resulta paradójico que al Barça le cueste meter goles cuando está creado para atacar. Lleva once tantos menos que el año pasado, circunstancia que explica, en parte, los nueve puntos que le saca el Madrid. Admitido por Rijkaard, ayer lo asumió el capitán, Puyol: "Con el 0-1, debimos matar el partido ante el Athletic. Tenemos que aprender a resolver los encuentros".

Al Barcelona le cuesta marcar porque le marcan mejor y mastica con exceso la jugada, de manera que pocas veces encara la meta con el área despejada. Así, necesita ocho remates (7,93) para meter un gol y más de 18 llegadas al área (18,3). El Madrid, en cambio, es el equipo que menos llama a la puerta en la Liga: comparece diez veces para cada gol (10,85) y remata menos de seis (5,91). Lo contrario que el Barça. Llevan los blancos 46 goles en 64 tiros entre los palos; el Barça, 40 de 82. O falta puntería o instinto. La evidencia es que resulta ser la segunda peor marca de la era Rijkaard.

Algunas voces del vestuario atribuyen la situación al impresionante movimiento que se ha dado en la delantera titular en lo que va de Liga por diferentes motivos, en especial por las lesiones. Hasta 13 formaciones ofensivas diferentes ha dispuesto Rijkaard en 21 partidos. Cuatro veces repitieron Messi-Henry-Iniesta y Messi-Henry-Ronaldinho (son las más utilizadas), siendo la dupla Messi-Henry la que más ha coincidido (15 partidos). La tripleta Bojan-Eto'o-Henry ha sido la más demoledora: contra el Murcia metieron cuatro tantos (Gudjhonsen, Eto'o, dos, y Bojan) y los cuatro llegaron en remates al primer toque.

"Siempre es mejor la costumbre que la novedad", razonan los técnicos, que no consideran irrelevante el daño que ha generado tanto cambio de jugadores por las lesiones. En ausencia de Eto'o (cinco goles, un remate a puerta cada cinco minutos), reaparece Ronaldinho, que ayer marcó dos goles en el entrenamiento de la tarde. "Es un jugador muy importante para nosotros y que nos aportará muchas cosas. Le tenemos que dejar tranquilo porque en cualquier momento puede decidir un partido y devolvernos la alegría en el juego", aseguró Puyol.

El brasileño no se ha estrenado aún en 2008, pero su estadística sobrevive: Tras Messi (8) es el que más goles lleva junto a Henry (6). El gaucho, que remata entre palos una vez cada 51 minutos, suma cinco goles a balón parado y ha dado dos asistencias. Ronnie es la última esperanza para alcanzar la meta, pues los medios no llegan. El equipo sólo ha marcado dos goles desde fuera del área y sus centrocampistas totalizan seis, más otros dos de Iniesta como delantero.

El Barcelona recupera a Ronaldinho, que ya trabaja con sus compañeros