El enfoque utilitarista del PNV

El PNV intentará rentabilizar al máximo sus escaños en el caso previsible de que ni José Luis Rodríguez Zapatero ni Mariano Rajoy consigan la mayoría absoluta. Esta ha sido la pauta de conducta peneuvista desde el retorno de la democracia y no tiene visos de sufrir alteraciones.

Según aseguran sus dirigentes, el criterio definitivo para pactar no será la mayor sintonía con los socialistas o los populares, sino "las contrapartidas que se pongan encima de la mesa". Este viejo enfoque utilitarista impregna las candidaturas, en las que los cambios son mínimos, con la excepción de Guipúzcoa. La semana pasada, Iñigo Urkullu apuntó con intención que a su partido "no le preocupa a priori" quién gane y dejó caer que no descarta apoyar a Rajoy.

La diferencia con 1996, cuando apoyaron la investidura de Aznar a cambio de la renovación del Concierto Económico y de la licencia para operar de Euskaltel, es que, con Ibarretxe, el PNV ha perfilado sus aspiraciones soberanistas.

La sintonía del PNV con el PSOE es notoriamente mejor que con el PP, aunque haya sido rebajada por el fracaso del proceso de paz, el relevo de Imaz y la oposición de Zapatero a la consulta anunciada por Ibarretxe.

El equipo de Urkullu prefiere no precisar condiciones de partida. "Evidentemente, una postura de absoluta cerrazón a considerar siquiera la oferta de acuerdo que ha lanzado el lehendakari, dificultaría mucho un pacto, pero en cualquier caso habrá que valorar lo que sea más conveniente para Euskadi", matiza un miembro de la ejecutiva.