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Reportaje:

Las antenas de la discordia

Hay equipamientos que nadie discute que son necesarios para una comunidad, pero que muy pocos ciudadanos quieren tener cerca. El fenómeno se conoce como efecto nimby (por la expresión inglesa not in my backyard, es decir, 'no en mi patio trasero') y tiene uno de sus episodios en el barrio de Nova Lloreda, en Badalona (Barcelonès). Su asociación de vecinos lleva seis meses en guerra contra dos antenas de telefonía móvil instaladas desde hace años en la azotea del número 101 de la rambla de Sant Joan. Creen que su potencia se ha ampliado y temen que perjudique a su salud. Las operadoras aseguran que cumplen con la normativa. El Ayuntamiento anunció en septiembre que las retiraría.

Las instalaciones cumplen la norma y son imprescindibles, dicen las empresas

"Sólo hay que ver las fotos para comprobar que ese conjunto de antenas es desproporcionado. Desde aquí debemos dar cobertura a toda Badalona", denuncia José López, presidente de la asociación de vecinos de Nova Lloreda.

Los vecinos temen que las antenas sean perjudiciales para su salud, aunque no existen suficientes estudios que prueben la relación entre las radiaciones y determinadas patologías. Por otro lado, las mediciones hechas por las compañías, la Generalitat y los propios vecinos están por debajo de los límites fijados en la norma. Aun así, la asociación reclama que se evite la concentración de antenas en un mismo punto.

Algunos vecinos del número 101 de la rambla de Sant Joan no entienden cómo la antena pudo colocarse sin los permisos. "Hasta se cortó la calle para que una grúa enorme subiera la antena", dice uno de ellos.

Las firmas Vodafone y France Telecom (Orange) trataron de tramitar en 2000 y 2001 las licencias de las obras que habían realizado, pero el Ayuntamiento las denegó porque la estación base superaba la superficie y altura de construcción permitida en el bloque. Las empresas interpusieron un recurso, pero el Tribunal de Justicia de Cataluña dio la razón al Ayuntamiento de Badalona.

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¿Por qué el Consistorio no ha movido ficha desde 2002 si tenía un fallo que lo amparaba?, se preguntan los vecinos. Desde el departamento de servicios jurídicos del Ayuntamiento explican que en 2002 se puso en marcha la ordenanza que se refiere a las antenas de telefonía móvil y que ésta conlleva un proceso de implantación. "En este tiempo hemos retirado algunas antenas, pero en este caso no hemos actuado hasta que no ha habido una protesta social. Tampoco podemos dejar a Badalona sin cobertura".

Las empresas aseguran que tienen las licencias necesarias y reiteran que "los niveles de emisión de las antenas cumplen de forma estricta con la normativa". "Esa antena, al igual que todas las de Badalona, son imprescindibles para que la cobertura sea adecuada a las necesidades de los usuarios", destacan las empresas.

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