"Le han cargado el muerto"
La familia no cree que Jérôme Kerviel fuera el responsable del agujero de 4.900 millones de euros que tiene la entidad francesa Société Générale. "Es un chico bueno e inteligente al que le han cargado el muerto", aseguró a los medios franceses ayer un miembro de su familia muy enojado. El operador de 31 años ha pasado del anonimato a la fama en sólo dos días. Sus abogados insisten en que "no se ha fugado", pero tampoco dan pistas de su paradero.
El jueves, cuando la noticia saltó a los medios y su nombre empezó a barajarse entre los culpables, en los buscadores de Internet sólo una veintena de páginas devolvían algo de información. Una de ellas era la del máster de finanzas que realizó la Universidad Lyon II. Podían verse sus datos, su número de teléfono y hasta su dirección de correo electrónico. Hoy eso ha sido eliminado, pero en su lugar, más de 47.000 páginas con referencias al broker francés llenan el ciberespacio.
La familia y los vecinos de Jérôme Kerviel no creen que sea culpable
En su pueblo natal, Pont-l'Abbé, ayer todo eran buenas palabras para Jérôme. En esta localidad de unos 7.800 habitantes situada en la Bretaña francesa, tampoco creen que tenga la culpa. Allí estudió hasta secundaria y practicó yudo durante años. "Hace mucho que marchó de Pont-l'Abbé, pero yo no creo que tenga la culpa. Alguien le está inculpando", aseguró uno de los vecinos de su familia a Reuters.
En Société Générale, gente de su entorno recuerda que trabajaba duro, hasta la noche. Los directivos creen, según el diario norteamericano The Wall Street Journal, que Kerviel pudo estar horas para saltarse los sistemas informáticos del banco y eliminar los números de control que hubieran dado pistas sobre sus apuestas millonarias. Supuestamente usaba las contraseñas de otros compañeros para borrar su rastro, y mientras acumuló ganancias, nadie notó nada. Luego empezó a perder mucho dinero, hasta que el viernes saltaron las alarmas.
Había roto recientemente con su novia, según asegura el Financial Times. Su padre, profesor de calderería, falleció hace dos años, según varias fuentes. Su madre, que regentaba una peluquería antes de jubilarse, se marchó a la región parisina cuando se enteró de que su hijo tenía un problema. Y el alcalde de su pueblo, Thierry Mavic, le defiende en los periódicos locales. "Estaba interesado en la vida pública y política. Era un hombre tranquilo y reflexivo", explicó el viernes. En 2001 Mavic incluso le pidió que formara parte de sus listas electorales.
En la televisión, Jérôme ya es "el hombre de los 5.000 millones". En Google, según Financial Times, ocupaba el jueves el puesto 26 entre lo más buscado. Wikipedia, la mayor enciclopedia en Red del mundo, tiene entradas con su nombre en inglés, francés, holandés, japonés... Y en Facebook no dejan de crecer sus fans.
Kerviel tenía un espacio en esta red social on-line. Hace dos días tenía 11 amigos con los que intercambiaba comentarios. Luego cuatro. Al final, uno. A cambio, ahora tiene varios perfiles y 12 grupos de fans en su honor. Todos muestran la misma imagen y ninguno le conoce, pero cada uno le rinde homenaje a su manera. "Jérôme Kerviel debería ser premiado con el Nobel de Economía", "que 4.900 millones de personas den un euro para salvar a Jérôme" o "bravo Jérôme" son algunos de los nombres de esos grupos.
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