Charanga y museo
El jueves por la tarde se inauguró en el Macba la exposición, especie de retrospectiva, muy bien instalada, por cierto, de Asier Mendizábal, un joven artista (35 años) interesado en las intersecciones entre lo festivo, la ideología, la política y lo popular. No vimos apenas a artistas catalanes, salvo a Pep Agut, a Frederic Amat... Entre las piezas, algunas de ellas compuestas a partir de símbolos o imágenes del cine político -Z, de Costa Gavras; La Batalla de Argel, de Pontecorvo, etcétera- nos llamó la atención una película que se titula Zer eskatzen du herriak?, o sea, '¿Qué es lo que pide el pueblo?', estrenada si no me equivoco en la Manifesta 2004, en la que... Pero luego lo contamos, porque acaba de llegar al Macba Manuel Borja-Vilell, procedente de Madrid, donde ha tomado ya las riendas del Reina Sofía, y nos gustaría charlar un rato con él. Nadie duda de que si logró convertir, en muy poco tiempo, el torturado panorama de la gestión del Macba en una balsa de aceite, y eso a pesar de una programación a menudo antisistema o revolucionaria (claro que, por fortuna y aunque sea sólo por la propia idiosincrasia conservadora de la institución y de sus visitantes, las revoluciones en los museos nunca son sangrientas), hará lo propio en la capital con ese acorazado en Atocha que anda a la deriva desde antes de la ministra del Ni Dixi, ni Pixi; ese barco sin capitán, con toda la tripulación con gastroenteritis y los grumetes mareados o escaqueados en la sentina, etcétera. La marcha de Manuel Borja, aunque anunciada y presentida, ha sorprendido tanto a las autoridades del museo barcelonés que hace ya un mes que éste funciona sin director, aunque con la urgencia paliada porque al timón (¡perdón por las metáforas navales!) permanecía Bartomeu Marí, quien ha organizado con Borja-Vilell la programación de estos años y que probablemente será designado para ocupar la silla vacía; ayer se decidía si se aplica o no al museo barcelonés la directiva de buenas prácticas en la elección de director que exige la convocatoria de un concurso internacional. El lunes se sabrá. Estas buenas prácticas en cualquier caso son rituales para hacer bonito, o bonico, como diría la suegra de Bella del señor...
Sobre la deriva del Reina Sofía hasta la fecha, mejor correr un tupido velo. Le dijimos a Borja que haga lo que haga allí va a salir airoso del empeño, porque lo toma en tan mala situación que por poco que haga sólo puede mejorar, y entre bromas él se preguntaba si con sólo enderezar las cartelas bajo los cuadros ya se notaría una mejoría portentosa; otro discurso en la forma de presentar la colección, un cambio en la política de adquisición de obras, incluso el mero traslado de fondos de la atestada y cutre sala de reservas actual a la espléndida sala de reservas de Nouvel, son medidas inmediatas que pondrán en marcha esa maquinaria, formidable por colección, por posibilidades de proyección, por capital humano, que él calcula alcanzará velocidad de crucero dentro de dos o tres años...
...En cuanto al vídeo ¿Qué es lo que pide el pueblo?, el artista contrató una charanga para que tocase con tambores y trompetas un aire folclórico, repetitivo, mientras desfilaba por unas calles desiertas. La primera impresión es semejante al efecto absurdo de los personajes de El discreto encanto de la burguesía, de Buñuel, que avanzan por una carretera hacia ninguna parte. Pero cuando uno se entera de que el tema que la incansable charanga interpreta bajo las ventanas cerradas del nuevo Intxaurrondo (zona suburbana y residencial de San Sebastián) está asociado a las reivindicaciones nacionalistas en efemérides populares y festivas de la Guipúzcoa profunda, la impresión es otra. "Zer eskatzen du herriak?", pregunta la charanga en tales ocasiones. Y el coro responde: "¡Askatasuna!". O sea: '¿Qué pide el pueblo?'. '¡Libertad!'. Ahora, viendo esas casas y ventanas cerradas, uno se pregunta: ¿en cuántas de ellas habrán recibido ya la cartita? Ya sabes, la cartita...
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