El Gobierno autoriza a consultar registros de muertos en la guerra

El derecho a la intimidad de las personas incluye las causas de su fallecimiento, pero el número y los motivos de las muertes en determinadas circunstancias son un elemento clave para la investigación histórica. El primero de estos argumentos fue el que esgrimió un juez de Noia para negar el acceso al registro de defunciones de su partido judicial entre 1936 y 1939 a un grupo de historiadores. En el segundo se basó el recurso que interpuso el coordinador del grupo, Xosé Manuel Suárez.

La Dirección General de los Registros y del Notariado, dependiente del Ministerio de Justicia, acaba de dar la razón a los recurrentes, por considerar que los libros de defunciones son de conocimiento público, excepto cuando la causa de muerte sea deshonrosa y no hayan transcurrido 25 años. "Hoy en día no se considera deshonroso que ésta se haya producido por motivos políticos, como consecuencia de la represión de la Guerra Civil", se explicita en los fundamentos de derecho de la resolución.

El juez encargado del Registro Civil de Noia, Antonio Rodríguez Quintanar, argumentaba que el carácter masivo de la petición de consulta, que debería realizarse "bajo la vigilancia del encargado, generaría graves dificultades y perturbaciones" al Registro. La resolución de la Dirección de Registros indica que, por tratarse de libros ya antiguos, "no existe inconveniente alguno para que el recurrente pueda consultar directamente tales libros". El grupo que coordina Xosé Manuel Suárez, la Asociación Cultural Memoria Histórica Democrática, ya ha consultado los registros de más de 80 de los 93 municipios de A Coruña, sin mayores problemas. "Algunos funcionarios mostraron reticencias en un primer momento, o las mantienen aún, como en el caso de Oleiros. También hay jueces que ni han contestado al requerimiento de información. Suponemos que esta resolución abrirá las puertas", afirma Suárez.