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Bush movilizará 100.000 millones en su plan de choque contra la recesión

Devolverá impuestos a las familias y reducirá la carga fiscal a las empresas

El presidente George Bush avanzó ayer ante la expectación de las principales economías del mundo las líneas maestras de su plan de choque para evitar la temida recesión que amenaza con arrastrar a numerosos países, entre ellos España. El Gobierno estadounidense, explicó Bush, inyectará entre 140.000 y 150.000 millones de dólares (unos 100.000 millones de euros) en los hogares norteamericanos para reactivar el consumo y ayudar a familias en apuros. Gran parte de esa cantidad, que supone el 1% del producto interior bruto (PIB) del país, se transformará en cheques directos a los contribuyentes como devolución de impuestos.

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Escoltado por los miembros de su Gabinete, Bush destacó que el consumo privado y la inversión de las empresas, que han sufrido un frenazo en los últimos meses, son "críticos" para el crecimiento. "Los estadounidenses podrán utilizar el dinero donde lo crean necesario. Para pagar sus facturas, compensar el alza de la gasolina o pagar otras necesidades básicas", explicó el presidente norteamericano.

Las medidas concretas se desvelarán en los próximos días, pero ya se baraja la opción de entregar cheques de 800 dólares por contribuyente, o de 1.600 por cada unidad familiar. En 2001 ya se empleó una fórmula similar, aunque entonces los cheques fueron de 300 y 600 dólares, respectivamente. Ahora, el plan incluirá ventajas fiscales a las empresas que realicen inversiones.

Tanto Bush como el secretario del Tesoro, Henry Paulson, evitaron en todo momento mencionar la palabra "recesión". Paulson llegó a decir que la principal economía mundial no corre ese riesgo. Por su parte, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que prevé una bajada de tipos de interés el próximo 30 de enero, ya anunció que respalda este plan de choque, pero advirtió de que debe ser temporal y que en ningún caso puede contribuir a elevar el preocupante déficit público.

Esa anunciada rebaja de tipos, la cuarta consecutiva, supondrá otro pequeño respiro para los consumidores.

Una vez que la Casa Blanca ponga su propuesta sobre la mesa, el Congreso podría aprobar el plan 30 o 45 días después como máximo. Como dijo la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, con esta acción se trata de "entender las preocupaciones del pueblo americano".

El anuncio de Bush no fue recibido con optimismo. Las principales Bolsas continuaron registrando pérdidas, como ha ocurrido a lo largo de toda la semana. Los analistas, además, opinan que los efectos del plan de choque serán modestos. De hecho, creen que esos impuestos devueltos serán dedicados a ahorrar ante la incertidumbre reinante más que a consumir.

El importe del plan anunciado ayer duplica al propuesto por la candidata demócrata Hillary Clinton la semana pasada. La crisis económica y el miedo a la recesión ha entrado de pleno en la campaña electoral estadounidense, un fenómeno que también se ha registrado en España. Como Clinton, los también demócratas Barack Obama y John Edwards han presentado proyectos para incentivar el consumo.

Todos ellos, como la Casa Blanca, temen que la crisis hipotecaria, el parón en el mercado de la vivienda y el alza de los precios de la energía siga frenando los índices de consumo en los hogares y la confianza de los empresarios.

El plan de choque de Bush se suma al proyecto, también pendiente de su aprobación en el Congreso, para ayudar a quienes tienen graves problemas para pagar sus hipotecas. Tanto los republicanos como los demócratas están de acuerdo en trabajar con celeridad con la Casa Blanca para aprobar ambos planes, si bien ya han pactado que escucharán a la Reserva Federal para fijar un límite máximo para no desequilibrar aún más las cuentas públicas.

George W. Bush anuncia el plan escoltado por el vicepresidente Dick Cheney (a la izquierda) y el secretario del Tesoro, Henry Paulson.
George W. Bush anuncia el plan escoltado por el vicepresidente Dick Cheney (a la izquierda) y el secretario del Tesoro, Henry Paulson.AFP

Contra la crisis

- George Bush prepara un paquete de medidas equivalente al 1% del producto interior bruto (PIB) para intentar evitar

la recesión.

- El plan prevé la entrega

de un cheque-crisis de 800 dólares para contribuyentes individuales y de 1.600 dólares para las familias.

- Bush estudia también deducciones fiscales

para las inversiones de las empresas, que debe pactar

con el Congreso.

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