Tributo al último emperador

Su marca fue un imperio de glamour, que dirigió con pasión y un amor desenfrenado por el color rojo. Ahora que se marcha, Hollywood le regala una despedida a su medida, un documental titulado Valentino: el último emperador, que se estrenará en mayo en el Festival de Cannes.

El periodista de la revista Vanity Fair Mark Tyrnauer ha pasado dos años con el maestro. Ha grabado 250 horas de su vida. "Nos dejó acercarnos a su círculo más íntimo", ha dicho. "A Valentino le rodea una familia muy unida de amigos y trabajadores. Hubo que esperar a que bajaran la guardia y olvidaran que había una cámara delante de ellos". Este estreno coincide con la despedida de Valentino de las pasarelas, a sus 75 años.

En septiembre, el diseñador anunció que su último desfile de alta costura sería el 23 de enero en el Museo Rodin, durante la celebración de la semana de la moda de París. Desde 1989, sus colecciones de mujer se mostraban en la capital francesa, y las de hombre, en Milán. "Me detendré en el punto más alto de mi gloria", dijo Valentino al revelar sus planes.

"Una pena", ha dicho el alcalde de Roma, Walter Veltroni. "En esta ciudad hay dos personas: el Papa y Valentino. No conozco a nadie más famoso". La diseñadora Alessandra Facchinetti, procedente de la casa Gucci, se encargará de la línea de mujer de la marca Valentino. Ferruccio Pozzoni, llegado de Prada, está ya al cargo de las colecciones masculinas. Valentino vendió su marca a inversores privados en 1998.

"Desde joven, mi pasión ha sido el diseño. Ha sido una bendición en mi vida el poder hacer lo que he querido. No puede haber un regalo mejor que éste", dijo. Valentino se formó en París, en la Escuela de Bellas Artes y en la Cámara Sindical de la Moda. Durante dos años fue aprendiz del también mítico diseñador Guy Laroche. Llegaría a codearse con Christian Dior, Coco Chanel e Yves Saint Laurent, siendo el más conservador en sus diseños.

En 1959 abrió su famosa casa de costura, que todavía mantiene junto a la escalinata de la plaza de España, en Roma. Pero su gran momento le llegó en 1962, al presentar una colección en el palacio Pitti de Florencia. La prensa mundial se hizo eco de la habilidad del entonces joven genio. Las clientas se pusieron a sus pies: Begun Aga Khan, Jackie Kennedy y Farah Diba entre ellas. Valentino las vistió a todas.