La familia doblada

Cernuda no pensaba seguramente en la televisión cuando escribió: "La casa familiar, el nido de los hombres,/ Inconsistente y rígido, tal vidrio/ Que todos quiebran, pero nadie dobla". Como sólo conocemos el primer capítulo emitido ayer, no es posible saber si la nueva serie americana Sexy money (TNT) acabará doblando la institución familiar; de momento, en sus cincuenta minutos iniciales, la quiebra y la burla del nido de la familia Darling es demoledora, y hecha con una brillantez sostenida de principio a fin. En el especial emitido el mismo día por Canal + Comedia Reinventando Hollywood, se hablaba de un "antes y un después de Los Soprano. Tampoco hay que exagerar. Pero lo cierto es que muchas series que están llegando desde Estados Unidos tienen una calidad, un diseño de producción y un atrevimiento temático que no se encuentran en las españolas. Los actores, por el contrario, son igual de buenos aquí y allá, por mucho que haya siempre un esnob que prefiera ver a Donald Sutherland antes que a José María Pou. Yo los encuentro de la misma clase A, aunque a Pou le he visto hacer genialmente cosas más variadas.

Protagonizada por Peter Krause (el Nate Fisher de A dos metros bajo tierra, buen actor, un poco mortecino), Sexy money cuenta con unos diálogos ocurrentes, una galería de descarriados absolutamente seductora y algunas soluciones de puesta en escena que no suelen verse en el idioma comprimido de la televisión. Y luego está el bonus de la iniquidad. Desde la familia Monster no había visto tanta perfidia concentrada como en el set piece del cumpleaños, animado por el caballo (del género equino), la hija ninfómana y la amante transexual del senador. Aunque si tuviera que elegir me quedaría con la escena de la tunda que le dan al hijo sacerdote de los Darling. Ver golpeado a un cura malo y con problema de niños reconforta en los tiempos que corren.