Sobre alianzas y... respeto
Parece que en su etapa como jugador de fútbol, el primer ministro turco, señor Erdogan, aprendió bien la ley de la ventaja. Durante su estancia en Madrid para participar en el Foro de la Alianza de Civilizaciones, el señor Erdogan utilizó la tribuna de dos prestigiosos foros para arremeter duramente contra un Estado miembro de la UE, la República de Chipre. Evitando pronunciarse en sendas preguntas sobre las reticencias francesas y alemanas a la perspectiva europea de Turquía, el primer ministro turco, para sorpresa de todos, se dedicó a verter falsas e infundadas acusaciones sobre Chipre.
Estimado señor Erdogan, como en el fútbol existe la figura del árbitro, en la política internacional son los principios de la legalidad internacional los que dictan los márgenes de la actuación de cada Estado. En el caso concreto de Chipre, le recuerdo: la República de Chipre es un país independiente, internacionalmente reconocido, territorialmente soberano y el único sujeto de derecho sobre la totalidad de la isla de Chipre. La actual división de la isla se debe a la ilegal invasión militar turca de 1974, y a la ocupación del 37% del territorio chipriota, donde Turquía mantiene un ejército de 43.000 soldados y ha instalado a más de 160.000 colonos. Chipre es miembro de la UE y su población autóctona turco-chipriota disfruta de todos sus derechos como ciudadanos europeos. Chipre apoya la perspectiva europea de Turquía. No obstante, exige el respeto de los principios y valores de la UE que comparten todos sus Estados miembros. Señor Erdogan, si no se respetan las culturas no hay posibilidad de alianzas.
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