El Santander lanza una hipoteca para 'robar' clientes a otros bancos

Se avecina un año duro para la banca por el pinchazo inmobiliario: menos hipotecas por la caída de las ventas de pisos, y más morosidad por la desaceleración económica. El Santander puso ayer en marcha su maquinaria para sortear ese escenario con el lanzamiento de una hipoteca destinada a robar clientes a otros bancos que puede levantar ampollas.

La entidad que preside Emilio Botín ofrece créditos al Euríbor más 0,25 puntos -la más barata en estos momentos, según fuentes del propio Santander- y sin comisiones para clientes que tengan hipotecas con otras entidades. Eso sí: esas hipotecas tienen que tener un mínimo de seis años de antigüedad y un historial sin mácula, al corriente de todos los pagos. La entidad obliga a domiciliar la nómina o la pensión y a suscribir un plan de pensiones, con una aportación mínima anual de 600 euros.

"Buscamos clientes de la máxima calidad en los momentos actuales de desaceleración", resumió Enrique García Candelas, responsable de la división de banca comercial. El Santander persigue atraer a 50.000 clientes en seis meses, y calcula un ahorro de unos 500 euros anuales para una hipoteca media (de unos 100.000 euros y con un tipo de interés del Euríbor más 0,75 puntos). El nuevo producto ofrece la posibilidad de ampliar el importe del crédito hasta el 80% del valor actual de la vivienda.

El grupo estima que el volumen de la cartera hipotecaria aumentará en 2008 entre un 4% y un 4,5%, "en porcentajes similares a la inflación", afirmó García Candelas. El directivo del Santander añadió que el sistema no va a sufrir "un impacto brusco" por la desaceleración económica y el final de la burbuja en el sector inmobiliario, pese a que el número de nuevas hipotecas caerá "entre un 10% y un 20%".