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La Guardia Civil busca un coche blanco en el que pudo fugarse Amy

La joven le contó a su padre tres días antes que le ofrecieron trabajo de modelo

Juana Viúdez

Dos semanas después de la desaparición de la menor irlandesa de Mijas (Málaga), la Guardia Civil ha descubierto que la joven de 15 años conducía con frecuencia un coche blanco y que su dueño lo echó en falta el mismo día en que Amy Fitzpatrick no regresó con su familia.

Esta información, fruto de la declaración de un amigo de la familia, ha hecho que los investigadores intensifiquen las pesquisas para localizar el paradero del vehículo, similar a un Ford Escort, ya que la menor irlandesa podría haberlo utilizado para fugarse.

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Los investigadores también supieron ayer, gracias a una entrevista que el padre de Amy concedió al periódico sensacionalista Daily Star, que la menor tenía una oferta de trabajo como modelo y que pensaba participar en una sesión de fotos.

Según el padre, Christopher Fitzpatrick, la joven se lo contó por teléfono tres días antes de su desaparición.

El portavoz de la familia, Franco Rey, mostró ayer su disgusto por la forma en la que se ha conocido el contenido de una conversación telefónica que puede ser relevante para dar con la menor. "Debería de haber informado antes a la Guardia Civil", dijo. El padre viajó la semana pasada a la Costa del Sol, pero no aportó esta información a los investigadores.

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El propietario del coche que solía conducir Amy, un irlandés de 34 años llamado Richard O., también ha tardado dos semanas en comunicar la falta del vehículo. El miércoles fue citado para declarar en el cuartel de Fuengirola. Según su testimonio, no había acudido antes porque temía que le detuvieran. Tenía dos órdenes de busca y captura por sendos delitos contra la seguridad del tráfico y una de ellas implicaba su ingreso en prisión. Después de declarar quedó detenido y ayer ingresó en la prisión de Alhaurín de la Torre. Los investigadores encontraron en su declaración varias contradicciones.

La familia Fitzpatrick reconoció ayer que mantienen amistad con Richard O. desde hace unos tres años y que habían recurrido a él tras la desaparición de Amy para que sacara las claves de correo electrónico de la adolescente y recuperara las últimas conversaciones que había mantenido a través de internet.

El nombre de Richard surgió esta semana, en la cuarta ocasión que los investigadores charlaron con Ashley Rubio, la amiga con la que Amy Fitzpatrick pasó el día de su desaparición en Mijas.

Según la menor, que rompió a llorar en mitad de la declaración, Amy se refugiaba en casa de Richard cuando discutía con sus padres y se quedó a dormir en su vivienda en alguna ocasión. Una patrulla de la Guardia Civil se desplazó de nuevo ayer a la casa de Ashley, en la urbanización Calypso, para entrevistarse con ella y su madre.

La menor desaparecida vivía en una de las comunidades más cerradas de la Costa del Sol. Este factor, sumado al hecho de que su familia sólo se relaciona con personas del Reino Unido, ha dificultado el trabajo de los investigadores. Además de la barrera del idioma, se han enfrentado a una comunidad muy celosa de su intimidad y de sus datos personales. "Los británicos afincados en la Costa del Sol, al igual que otros europeos, son muy reticentes a empadronarse", señalan en el consulado del Reino Unido. "Tenemos la idea de que todos vienen a gastarse sus libras, pero también los hay que vienen a esconderse y esos, no quieren cuentas con nosotros", señalan fuentes policiales.

La mayoría de los vecinos de la zona residencial de Calahonda son británicos y únicamente se relacionan con compatriotas. Consciente de este enclaustramiento, la madre de Amy hizo un llamamiento al principio a los jóvenes escoceses y británicos. "No tengáis miedo de acudir a la Policía a aportar cualquier información sobre mi hija", dijo. La familia Fitzpatrick lleva cinco años en España. Sólo los hijos, Amy y Dean, de 17 años, hablan español. La menor desaparecida tenía pocas oportunidades de practicar el idioma. Su madre no la matriculó este curso en el instituto.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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