Las amenazas a la 'Y' obligan a reforzar la seguridad de las obras ferroviarias

El Gobierno vasco ha decidido contratar los servicios de una empresa de seguridad privada para vigilar las principales obras que se acometan en la red ferroviaria de Guipúzcoa. El ente público Euskal Trenbide Sarea, dependiente del Departamento de Transportes y Obras Públicas, publicó el pasado lunes en el Boletín Oficial de Estado la licitación "por el procedimiento restringido" de la seguridad privada de la red férrea de Guipúzcoa. El contratista no precisa si los agentes privados se dedicarán exclusiva o prioritariamente a proteger los trabajos de ejecución de la Y vasca, cuyo corredor guipuzcoano debe gestionar el Ejecutivo autonómico tras el reparto que acordó en abril de 2006 con el Ministerio de Fomento. Transportes ha anunciado que comenzará los trabajos del corredor en estos primeros meses del año.

Transporte licita por 500.000 euros el contrato de protección

El concurso público se refiere genéricamente a los "servicios de seguridad privada en trabajos a realizar en la red ferroviaria de Guipúzcoa". El presupuesto de licitación por estas labores asciende a 500.000 euros durante doce meses. Transportes rehusó confirmar ayer si la vigilancia privada atenderá exclusivamente a las obras del tren de alta velocidad. El Gobierno tiene la consigna de no comentar "nunca" asuntos relacionados con la seguridad.

La decisión de contratar a agentes privados llega en plena campaña de acoso y amenazas que ETA y la izquierda abertzale han lanzado contra la mayor infraestructura jamás proyectada en Euskadi (4.178 millones de euros de inversión en el estado actual sin contabilizar las entradas a las tres capitales). El temor a los sabotajes ha llevado al Gobierno a intensificar también las medidas de seguridad en las obras no ligadas a la Y que Euskal Trenbide Sarea está ejecutando en Guipúzcoa, según han reconocido fuentes oficiales.

Entre los proyectos que va a poner en marcha Euskal Trenbide Sarea en Guipúzcoa figura la construcción del primer tramo de la Y en esta provincia. Se trata del trazado entre Ordizia e Itsasondo, de 2,8 kilómetros de longitud y que discurren casi en su totalidad por túnel. Los trabajos, que fueron adjudicados a mediados de diciembre pasado por 50,4 millones de euros, comenzarán próximamente.

En Guipúzcoa también está previsto el desdoblamiento de las vías entre los barrios donostiarras de Loiola y Herrera, de 2,7 kilómetros de longitud, que mejorarán la frecuencia del Topo que cubre la línea entre Irún y San Sebastián. En este mismo trayecto se creará una estación para Fandería (un barrio de Rentería) y Oiartzun. Igualmente, se acometerá la remodelación integral de la estación de Aia-Orio y la construcción de una nueva variante ferroviaria de 1,5 kilómetros de longitud en este último municipio.

El Gobierno no concreta si la seguridad privada atenderá a todo estos frentes. No obstante, el delegado del Gobierno, Paulino Luesma anunció recientemente que los ejecutivos central y vasco han constituido una comisión específica para "velar por la seguridad en la ejecución de las obras" del AVE vasco, cuya puesta en funcionamiento está prevista para dentro de cinco años.

La cooperación interinstitucional se produce tras los ataques que han sufrido algunas empresas vinculadas con la construcción de la infraestructura ferroviaria. ETA ha situado a la Y en el mismo nivel de amenaza que la central térmica de Lemóniz o la autovía del Leizarán, como dejó claro en la entrevista que publicó hace dos fines de semana el diario Gara. Grupos de radicales han realizado diversos actos de sabotaje y ataques contra sedes y maquinaria de empresas y entidades relacionadas con el proyecto ferroviario.