Solbes niega que haya crisis y dice que España está lista para la desaceleración

"No hay crisis. Si la hay [en el futuro] y los ciudadanos nos dan la confianza, gestionaremos la crisis". Con este mensaje, en clave económica y electoral, quiso ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes, desterrar el pesimismo que parece cernirse sobre las cifras que más afectan a los ciudadanos. El repunte del paro, de la inflación y de las hipotecas han sembrado la preocupación a dos meses de las elecciones. Solbes decidió comparecer en el Congreso para descartar catástrofes y apuntalar la idea de que España se enfrenta a una desaceleración, no a una crisis.

Los diputados presentes en la Comisión de Economía huyeron, en general, del tremendismo, pero pidieron a Solbes medidas concretas para hacer frente a los nubarrones. El ministro descartó actuaciones de urgencia: "Nada sería peor que adoptar medidas de choque en respuesta a este temporal repunte inflacionista". Solbes manifestó así su convicción de que la subida de los precios es coyuntural -aunque el 4,3% representa el peor dato desde 1995- y, de paso, descalificó la reacción del PP, cuyo portavoz de Economía, Miguel Arias Cañete, pidió al Gobierno un decreto "brutal" para hacer frente a los contratiempos. No fue Cañete, sino Vicente Martínez Pujalte, portavoz adjunto del Grupo Popular, el encargado de replicar a Solbes. También de recibir la invectiva del portavoz socialista, Diego López Garrido, que ironizó con los planes de choque del PP al citar el decretazo que costó una huelga general al anterior Ejecutivo. "Eso sí que fue una medida brutal para los derechos de los trabajadores", sentenció López Garrido.

El momento álgido del debate llegó cuando Pujalte acusó al ministro de falta de valentía y audacia para afrontar dificultades. "Para gestionar una crisis, su carácter es un problema", le espetó. Solbes aguardó casi hasta el final de su segunda intervención para responder: "Si ha habido que tomar decisiones valientes y arriesgadas, me han tocado a mí. En parte, por cosas a las que ustedes no se atrevieron, como TVE o astilleros". El ministro aludía así a las medidas de ajuste que aplicó tras la recesión de 1993, pero también a otras más recientes de esta legislatura.

La "gradual desaceleración" que atraviesa la economía española no sorprende al Gobierno, según Solbes. Al contrario, se trata de una "medida de corrección y saneamiento de la economía" que restará peso al sector de la construcción, sobredimensionado en los últimos años.

El vicepresidente apeló a la mordacidad al cuestionar la inquietud que suscita el crecimiento económico: "Paradójicamente, el 3% de crecimiento, que hace cuatro años era parte fundamental de una herencia económica inmejorable, hoy es motivo de alarma y de interpretaciones catastrofistas".

Hay tres motivos por los que, según el ministro, España está preparada para afrontar la desaceleración con tranquilidad. El primero es la bonanza de las cuentas públicas, que arrojan un superávit en el entorno del 1,8% del PIB. El ministro lanzó un guiño al portavoz de IU, Gaspar Llamazares, al asegurar que utilizaría ese remanente en caso de apuros. Un segundo motivo radica en el empleo, pues hay tres millones de personas más trabajando que hace cuatro años.

Finalmente, Solbes se apoya en la buena salud del sector financiero español. Sobre esas bases, "si hay elementos nuevos, estamos en la mejor de las condiciones", enfatizó el ministro.

Más allá de las cifras macroeconómicas, el portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, pidió que el Consejo de Ministros que se celebra hoy apruebe medidas para paliar el efecto de la subida de precios en las rentas más bajas. El vicepresidente respondió que ya se han adoptado medidas en esa dirección, con el ajuste del IRPF para evitar parte de la erosión de la inflación y la subida de las pensiones mínimas.

Tras el éxito cosechado con la metáfora de las propinas de un euro por el café, Solbes siguió refugiándose en el ejemplo de la calle para ilustrar las frías cifras económicas. "Pásese usted por los bares, por las autopistas o por los centros comerciales", aconsejó a Pujalte.

Solbes cree que la economía seguirá creciendo por encima del 3 por ciento en 2008