Carod pide a España que aprenda cultura democrática británica
El líder de ERC viajó a Flandes, ayer estuvo en Escocia y prevé ir a Quebec
Josep Lluís Carod Rovira estuvo ayer en Edimburgo como segundo del Gobierno catalán. Pero le pudo más su vena secesionista como líder de ERC que la neutralidad institucional que requiere su cargo. Tras entrevistarse con Alex Salmond, el independentista primer ministro escocés, Carod no pudo reprimir ensalzar la "cultura democrática" de la sociedad británica -de la que, dijo, siente "sana envidia"- por su "respeto" a las distintas realidades nacionales del Reino Unido. Y pidió a España que tome ejemplo de esta actitud "democrática". Ayer le tocó el turno a Escocia. Antes había sido Flandes.
Próximamente será Quebec. Tres significativos viajes para un político que lidera un partido independentista y que ocupa la única vicepresidencia del Gobierno autónomo; viajes oficiales, sufragados con fondos públicos, en los que Carod no pierde oportunidad de hacer proselitismo ideológico.
Ayer en Edimburgo no fue una excepción, y más tras reunirse con un mandatario que ganó las elecciones escocesas en mayo de 2007 -según el particular análisis de Carod Rovira- gracias a su promesa de convocar un referéndum de autodeterminación para Escocia que piensa celebrar -eso dice- en 2010. El marco también acompañó: el majestuoso Parlamento escocés.
El consejero convocó una rueda de prensa. Se explayó al comentar su entrevista con Salmond y en el protocolo de colaboración suscrito entre los gobiernos escocés y catalán. Y al final de la presentación, la puntilla contra España. Parafraseando unas palabras que pronunció el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, cuando la independencia de las tres repúblicas bálticas, el consejero de la Vicepresidencia manifestó: "Cataluña se parece y es en muchas cosas como Escocia, pero España no es de ninguna de las maneras como el Reino Unido".
Republicanismo
O sea que España tiene que aprender de la "vocación y cultura" democráticas de Gran Bretaña, sobre todo en lo que se refiere al "reconocimiento de la existencia nacional de Escocia y al respeto de aquello que el pueblo decida", que para el consejero republicano sólo puede ser la independencia de los escoceses y la ruptura de la unión con el Reino Unido. Pero Carod se afanó en precisar que mientras que Salmond aceptaría a la reina de Inglaterra como soberana de una Escocia independiente, él ni por asomo: es republicano, y la Monarquía, bien lejos de Cataluña. Cuando se le preguntó si podría precisar las diferencias entre España y el Reino Unido, un irónico Carod contestó. "¿De cuántas semanas disponen ustedes para escuchar la explicación?".
El consejero se hizo un lío cuando informó de que en el protocolo de colaboración intergubernamental figuraba un punto sobre medidas de profundización democrática y ley de consultas populares. Es sabido que en el Pacto de la Entesa figura el compromiso de aprobar una ley de referendos. Pero Escocia no tiene ni quiere tener: Salmond sólo quiere sacar adelante en el Parlamento la convocatoria de un referéndum sobre la independencia. Cosa harto improbable si se tiene en cuenta que la oposición, integrada por laboristas, conservadores y liberal-demócratas, dispone de mayoría en la Cámara.
El espejo escocés de Carod refleja menos nivel de autogobierno
- Escocia dispone de menos competencias de las que disfruta Cataluña. Carod expuso ayer que Escocia y Gales tienen selecciones deportivas propias que disputan competiciones internacionales. Pero la Generalitat tiene una capacidad normativa muy elevada, casi total, excepto en cuestiones como Defensa y control de fronteras, Hacienda -a pesar del embrión de Agencia Tributaria-, Asuntos Exteriores y moneda, que depende de la UE. La Generalitat tiene más de 34.000 millones de euros de presupuesto y Escocia, 31.000 millones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.