Juicio por la herencia de Agnelli

Hoy se abre un nuevo capítulo de la saga de los Agnelli. En el tribunal de la ciudad de Turín, a puerta cerrada, empezará el procedimiento judicial que pone en discusión la división de la herencia del antiguo patrón de Fiat, Gianni Agnelli. En junio pasado, la hija del avvocato, Margherita Agnelli de Pahlen, citó a juicio al abogado de la familia, Franzo Grande Stevens, y los administradores del patrimonio de su padre, Gianluigi Gabetti y Siegfrid Maron, para obtener un recuento transparente de su fortuna.

La petición de un inventario de la herencia es un procedimiento que está previsto en el Código Civil italiano. Sin embargo, en este caso, significa algo mucho más concreto: Margherita Agnelli quiere saber si lo que recibió el 2 marzo de 2004, tras la muerte de su padre, representa de verdad lo que le toca por derecho. Es decir, si los 125 millones de euros en efectivo, las obras de arte por un valor de 500 millones, un cheque de 100 millones de euros y los inmuebles de Roma, Turín y Villa Perosa son la mitad exacta del patrimonio del patrón de Fiat.

Pero ¿qué es lo que quiere de verdad Margherita? "No quiere poner en discusión el control de la empresa por parte de John Elkann (su hijo)", aseguró su abogado Girolamo Abbastescianni a La Repubblica. Hay dos objetivos: saber si existe otro patrimonio, distinto, en el extranjero, y contestar la protección que Gabetti, Maron y Grande Stevens ejercen sobre John Elkann. La demanda de Margherita corre el riesgo de descubrir un delicado asunto: el verdadero tamaño de la fortuna del avvocato y la posible existencia de fondos negros en el exterior.