Condenado a seis años de cárcel un hombre que descuartizó a su compañero de piso
Una discusión por culpa de las tareas del hogar terminó en asesinato y descuartizamiento de un cadáver. El Juzgado de Instrucción número 5 de Alcalá de Henares condenó ayer a seis años de prisión a Roman Stanislaw Szalachowski, un ciudadano de origen polaco de 40 años, por matar a uno de sus cinco compañeros de piso, el ucranio Mykola Stelmakh, el 10 de abril de 2004, y ocultar el cuerpo durante casi dos semanas antes de deshacerse del mismo.
Según ha quedado probado en el juicio seguido contra Szalachowski, hubo una discusión porque Stelmakh "no colaboraba en las tareas de la casa". El relato de los hechos estremece. Borracho, Szalachowski "empezó a golpear con puñetazos y patadas en la cara, en la cabeza y el abdomen a la víctima. A continuación le llevó hasta el patio de la casa, donde siguió golpeándole e incluso le ató alrededor del cuello una cuerda, enganchando un extremo de la misma a un hierro clavado en una de las paredes del patio. Szalachowski elevó su cabeza del suelo y la sostuvo en el aire", matando a su compañero, según se cuenta en la sentencia dada a conocer ayer por los juzgados de Alcalá de Henares.
La saña de Szalachowski no quedó ahí. El condenado "trasladó el cadáver a un cuarto de herramientas y lo dejó en una mesa, cubriéndole con un tablero". Allí se quedó hasta el día 19, más de una semana después del asesinato. Entonces, Szalachowski descuartizó el cadáver para deshacerse de él. El condenado separó la cabeza del tronco y le cortó los brazos y la parte inferior de las piernas. En la noche del 20 al 21 de abril, Szalachowski "metió el tronco en una bolsa de deportes y lo arrojó a un contenedor de basura frente a la casa". El día siguiente, a las seis de la mañana, se deshizo del resto. Lo tiró en otro contenedor de basura de la calle de Alfonso de Zanora de Alcalá de Henares, a apenas 200 metros de la casa que compartían.
A las seis horas, sobre las doce del mediodía, dos mujeres encontraron los restos en la basura. Al abrir el contenedor vieron la cabeza del hombre. Muy asustadas, corrieron hacia una cafetería. Desde allí se llamó a la policía. Los agentes detuvieron dos días después a los otros cinco compañeros de piso del asesinado, entre los que se encontraba Szalachowski, que resultó ser el asesino. De hecho, durante el juicio, este hombre confesó su delito.
Los seis años de prisión a los que ha sido condenado el acusado están atenuados porque iba borracho. "Tenía sus facultades intelectivas y volitivas seriamente mermadas debido a la previa ingesta de bebidas alcohólicas", razona el juez.
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