La Xunta alerta de sequía hasta verano tras el otoño menos lluvioso en 50 años
La reserva de agua creció un 4% y Medio Ambiente ve "preocupante" el caso de Cecebre
En los próximos días continuarán las "borrascas pequeñas", que dejarán "poca agua" y que "no supondrán un cambio sustancial en el panorama actual de los embalses", pero luego lucirá el sol, al menos, hasta el verano. El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, ejerció ayer de hombre del tiempo para anunciar que el invierno y la primavera serán secos, porque la comunidad seguirá bajo la influencia de La Niña, un fenómeno climático cíclico causado por la interacción entre la superficie del océano y la atmósfera en el Pacífico tropical, y que por estos lares barrerá las nubes y traerá más frío del habitual. "Ojalá erráramos en lo que estamos diciendo", deseó el conselleiro, "pero todo apunta a que no va a ser así. Tenemos que ser prudentes al hablar de cambio climático, sin embargo parece que este marco que se nos presenta puede ser parte de un nuevo escenario climático".
Según el registro más antiguo, 2007 ha sido el año más seco de la historia
A la vista del parco incremento de las reservas de agua, de entre el 3% y el 4% según el embalse, la Xunta prepara un plan para la sequía que presentará, probablemente, la semana que viene y que incluirá, por 32 millones de euros, medidas urgentes que ya comenzaron, reformas de la infraestructura "a medio plazo" en las grandes ciudades que deberían estar listas el próximo verano y políticas "a 15 o 20 años" que supondrán cambios "estructurales" en la red de abastecimiento y en los hábitos de consumo de los gallegos. El agua que hay en Galicia, aunque "no sobra", es "suficiente", pero "falla la gestión y no se pueden seguir poniendo remiendos todos los años". "Seríamos unos insensatos si no nos preparásemos para el peor de los escenarios", concluyó Vázquez después de revelar que "todos los estudios científicos dicen que esto esto va a seguir así en los próximos 50 años".
Éste, por lo pronto, ya ha sido el otoño más seco del último medio siglo en Pontevedra y Santiago y el segundo más seco (después del de 1978) en Lugo, Ourense y A Coruña. En la estación meteorológica de Lourizán (Pontevedra), la más antigua de la comunidad, no existen registros más bajos que los del pasado otoño. Allí se lleva cuenta de las precipitaciones desde 1955, y 2007 ha resultado ser el año más seco de la serie histórica.
Los lugares donde más llovió durante el año pasado fueron el Mirador da Muralla (Rianxo), donde el agua alcanzó una altura de 1.767 milímetros de media por metro cuadrado; el Monte Aloia (Tui), con 1.722 milímetros; y el alto de Fontecada (Santa Comba), con 1.715. En el extremo contrario, la estación del monte Marroxo (Monforte de Lemos) y las de Bóveda y Os Ancares fueron las que menos agua recogieron (383, 405 y 428 milímetros de agua por metro cuadrado, respectivamente).
Las lluvias que ha habido en los últimos días han sido, dijo Manuel Vázquez, "más aparentes que productivas". Los embalses gallegos se encuentran, por término medio, al 43,3%, cuando el año pasado a estas alturas estaban al 78,1% de su capacidad. La cuenca del Miño-Sil es la que mejor se mantiene, con un 46,8% (en contraposición al 81,5% de los primeros días de 2007), pero en este porcentaje hay que tener en cuenta que algunos pantanos del Sil superan el 90% y suben la media. Mientras tanto, los embalses de las cuencas de Galicia-Costa y Limia rondan el 34%, aunque con extremos tales como el caso de Fervenza, que está al 5% después de que hace un mes quedase vacío por completo. El conselleiro se refirió en especial al embalse de Cecebre, que abastece a A Coruña y se halla al 30%, como el que "más preocupa" al Gobierno gallego.
El director de MeteoGalicia, Vicente Pérez, aprovechó la rueda de prensa de balance de la situación para anunciar la "consolidación", en 2008, de este servicio. Se instalarán tres nuevas estaciones meteorológicas en Lira, Muxía y Pedrafita, se incorporarán a la red las del Inega y la de la Universidade de Vigo, se crearán tres estaciones océano-meteorológicas en Ares, Cíes y Ons y se comprará un nuevo radar meteorológico para el sur de Galicia. Además, con la entrada en funcionamiento del Superordenador Finisterre, MeteoGalicia ampliará en 3 horas su jornada de trabajo, de 6 a 21 horas.
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