Discusiones falaces
No nos dejemos enredar en discusiones falaces: no permitamos que laicismo se oponga a Iglesia católica porque no son términos equivalentes a nivel dialéctico, y menos aún si se utilizan para acrecentar el victimismo de una jerarquía eclesial que sólo pretende aferrarse a unos privilegios anacrónicos e injustificados. Contrapongamos los términos de manera consecuente y utilicemos laicismo como contrapartida de Estado confesional, que es lo que realmente corresponde, y si los señores obispos pretenden que este país se convierta en algo así como lo que es Irán pero en versión católica romana, que lo digan claramente de una vez y que dejen de enredar con el lenguaje.
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