El año nuevo se indigesta
El Ibex cae hasta los 14.602,3 puntos y pierde un 3,82%
El año nuevo ha arrancado mal para las Bolsas. Los temores de que la crisis financiera acabe por transformarse en una crisis económica real sigue muy presente en el ánimo de los inversores. Pero, a diferencia de lo que pasaba desde que estallaron los problemas crediticios, cuando a un descenso de vértigo seguía una rápida escalada, en 2008, por el momento, sólo hay caídas.
En la Bolsa española, los tres días que ha abierto el mercado se han saldado con pérdidas. Al final de la semana, el Ibex 35 no sólo ha perdido la cota de los 15.000 puntos, sino que el pasado viernes cerró en 14.602,3 puntos al caer un 3,82%. Unas pérdidas que le han llevado a liderar los números rojos entre los grandes mercados europeos, tras varios años de estar entre los mercados de renta variable más rentables del mundo.
Y es que los mismos temores que hay en el resto de países a que llegue una crisis económica, se agravan en España. Los importantes aumentos de la inflación y el paro registrado conocidos esta semana confirmaron esta sensación, y añadieron leña a un fuego que ya había alimentado la llegada del parón inmobiliario.
Precisamente, en este sector, en el inmobiliario, la semana se ha cebado con virulencia. En realidad, no ha sido más que la continuación de lo vivido en los últimos días del año, cuando el desplome de Colonial arrastró con ella al sector. Basta apuntar que entre los 10 valores más castigados de la semana, cinco son inmobiliarias.
Telefónica no empuja
Una diferencia entre este año y el pasado está en el principal valor de la Bolsa española: Telefónica. La operadora presidida por César Alierta cargó casi en exclusiva con los índices españoles en 2007 y logró que cerraran en positivo. En los tres primeros días de enero, Telefónica no ha mostrado la misma fuerza y el conjunto de mercado lo ha notado. En todo caso, los analistas creen que se trata de una simple corrección técnica, dadas las importantes ganancias que ha acumulado.
No cambia el escenario en el resto del continente. Hasta la Bolsa alemana, tan fuerte en 2007, ha comenzado este ejercicio con mal pie. Para que todos los paneles del continente se tiñeran de rojo, fue decisivo el repunte del paro en Estados Unidos en diciembre. Un dato que se conoció el viernes y que arrastró con él a todos los parqués.
El aumento en el número de parados en la primera economía del mundo, acerca de nuevo los fantasmas de la crisis económica. Esto lleva a Wall Street a pensar que en la próxima reunión de la Reserva Federal el 30 de enero, el órgano presidido por Ben Bernanke bajará los tipos de interés de dólar. Incluso, hay quien apuesta por un descenso de medio punto, hasta el 3,75%.
Lo que sí ha continuado subiendo en 2008 es el petróleo. El pasado miércoles el barril West Texas, la referencia en Estados Unidos, llegó a alcanzar los 100 dólares, pero fue de forma tan momentánea que ni tan siquiera tuvo reflejo en la cotización oficial.
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