"En 2008 habrá más fricciones comerciales"
En lugar de invertir en educación y salud el Gobierno coloca el dinero en bonos del Tesoro
El 38% de las compañías europeas presentes en China está convencido de que el Gobierno de Pekín utiliza las lagunas jurídicas y otras maniobras para eludir o retrasar el cumplimiento de los compromisos adquiridos al entrar en la Organización Mundial de Comercio en 2001. Así lo asegura el informe anual sobre confianza empresarial publicado el pasado noviembre por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, realizado entre 200 empresas, de las cuales el 46% factura más de 10 millones de euros en el país.
El 61% de las compañías ganan dinero en China, mientras el 11% está en el punto de equilibrio. Joerg Wuttke, de 49 años, presidente de la Cámara, se muestra muy optimista sobre la economía, pero critica la cerrazón de Pekín a abrir más rápido su mercado.
"India tiene déficit por cuenta corriente y China un superávit gigantesco. ¿Por qué no intenta mejorar los servicios a los ciudadanos?"
Pregunta. ¿Cómo ve la situación de las empresas europeas en China?
Respuesta. Hay un buen marco, con un crecimiento en torno al 10% anual. La mayoría gana dinero y se está expandiendo, pero podríamos ir mucho mejor si existiera un terreno de competición justo. En muchas áreas, las oportunidades de negocio empeoran. Las violaciones de los derechos de propiedad intelectual son rampantes, y hay más barreras a la inversión en algunas áreas. En telecomunicaciones la cosa va a peor.
P. La Unión Europea ha endurecido el tono con China, al estilo de Estados Unidos.
R. El desequilibrio y las barreras comerciales no han mejorado. El mensaje de Peter Mandelson, como comisario de Comercio, es "no queremos dejar en cero la brecha comercial, sino tener nuestra parte justa del mercado chino". Queremos apertura, sentarnos juntos y discutir el desequilibrio. Los chinos se presentaron voluntarios en Bruselas. Nos recomendaron que organizáramos más ferias comerciales.
P. ¿Qué pasará si no reacciona a esta presión?
R. Los americanos y los europeos pueden recurrir a soluciones técnicas, cerrar sus propios mercados. Pero no nos gusta la protección porque interrumpe las cadenas de suministro. Temo que en 2008 veremos más fricciones comerciales y muchos más casos antidumping y denuncias ante la OMC.
P. ¿Afecta a la UE la infravaloración del yuan respecto al euro?
R. Francamente, no. Pero el tema del renminbi es más un problema para China en su conjunto, porque tiene enormes cantidades de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, y la lenta apreciación del renminbi también conduce a efectos inflacionistas en China.
P. Un yuan débil favorece sus exportaciones.
R. Sí, pero el presidente Hu Jintao ha dicho que China tiene que disminuir la dependencia de las exportaciones y girar hacia el consumo interno. Lo oí en el XVII Congreso del Partido Comunista, y seguimos igual. Oigo el ruido, pero no las acciones.
P. ¿Crece el consumo interior chino?
R. No lo suficiente. India tiene déficit de cuenta corriente y China un superávit gigantesco. ¿Por qué no hace algo con el renminbi e intenta mejorar los servicios a sus ciudadanos? Debería utilizar el dinero en Sanidad y Educación y mejorar la calidad de vida de la gente, pero lo invierte en bonos del Tesoro.
P. El primer ministro, Wen Jiabao, asegura que si cambiara la relación euro-renminbi no se resolvería el déficit comercial europeo con China.
R. Coincido con esta afirmación, aunque depende de la magnitud de la relación. Pero cambiaría mucho para China. Importaría más barato.
P. ¿Está perdiendo competitividad China, como asegura un reciente informe de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Shanghai?
P. Un par de zapatos de cuero que cuesta 50 dólares en Wal-Mart en Estados Unidos se produce en China por 15 dólares. Los costes laborales en esos zapatos probablemente sean de 1,5 a 2 dólares. Si subes el salario un 10%, ¿qué impacto tiene en el precio de 50 dólares de Wal-Mart? Un incremento de los costes laborales presionará el margen, pero se puede trasladar al consumidor final.
P. ¿Cómo ve las perspectivas de la economía china?
R. China es un país aún muy pobre. Su base es rural, pero se está urbanizando rápidamente. Puede crecer entre un 7% y un 9% anual los próximos 13 o 14 años. Es fantástico. El problema es de qué forma afecta esto al medio ambiente. Y, globalmente, hay demasiada intervención del Gobierno; distorsiona el sistema de mercado.
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