Guti evita un milagro
Un gran gol del madridista en el último suspiro evita la prórroga ante un modélico y entusiasta Alicante
Reducida a una simple romería, la Copa se ha convertido en un torneo que sólo resulta atractivo para un pelotón de equipos modestos que, por una vez, se fotografían en las mejores pasarelas. Fue el caso del Alicante, un equipo de juego modélico, descarado y entusiasta, que estuvo a diez segundos de forzar la prórroga en Chamartín. Lo evitó Guti, con un tanto magnífico, un toque delicado desde el balcón del área que despeinó al portero adversario, cuando se iba a parar el reloj arbitral.
El Madrid, que no gana la Copa desde 1993, otra vez estuvo a punto de autoexiliarse de una competición a la que hace años que ha perdido aprecio. No es el único grande al que le puede la desgana en esta competición, rebajada tras tanto cambio de formato y que con la Liga y la Champions de por medio no es más que un empacho. El público rechaza el cartel, en el que no se anuncia a los futbolistas titulares y para los suplentes la cita no es más que la confirmación de su etiqueta de teloneros. Algunos, ni eso. Frente al entusiasta Alicante fue el caso de Drenthe y Saviola, dos fichajes del pasado verano a los que Schuster tampoco dio vuelo de inicio en una faena de aliño. El técnico alemán dio preferencia a dos jugadores de la cantera, Soldado y Balboa, en oferta en el rastrillo invernal. Ninguno de los dos tuvo su noche.
REAL MADRID 2 - ALICANTE 1
Real Madrid: Dudek; Salgado, Sergio Ramos, Heinze, Marcelo (Torres, m. 62); Gago; Balboa, Guti, Robben; Higuaín; y Soldado (Saviola, m. 62). No utilizados: Codina, Drenthe y Baptista.
Alicante: Ricardo; Malo, Germán, Alan y Catalá; Álvaro, Tito (R. Cavas, m. 80), Azkoitia, Cañadas; J. Tómas (Capi, m. 57) y Borja (Luis Gil, m. 67). No utilizados: Unanua y Bosque.
Goles: 1-0. M. 30. Robben, con la zurda tras un pase de Higuaín. 1-1. M. 64. Cabezazo de Borja al primer palo. 2-1. M. 92. Disparo de Guti desde fuera del área.
Árbitro: González Vázquez. Enseñó cartulina amarilla a Azkoitia.
Unos 35.000 espectadores en el Bernabéu.
Lejos de las bandas Higuaín sabe asociarse, asistir y rematar
El protagonismo recayó en Robben e Higuaín, dos suplentes por circunstancias. El holandés aterrizó en Chamartín con todos los honores, pero hace tiempo que su musculatura es frágil y tiene plaza fija en la enfermería. Ante el equipo alicantino, de entrada estuvo chisposo, activo y enchufado por la orilla izquierda. Y tuvo premio: marcó el primer tanto del encuentro. Ante un rival de menor categoría se esperaba que por fin fuera el día de Robben, pero el holandés aún no está en plenitud. Los partidos se le hacen largos y sus aportaciones son demasiado esporádicas. Todo lo contrario que a Higuaín, de largo el mejor del Madrid de principio a fin. Anclado como enganche de Soldado, el argentino dejó el mismo sello que al final del curso pasado. Lejos de las bandas, donde se siente esposado, Higuaín multiplica su producción. Se asocia con todos, asiste y llega al remate. Un futbolista completo, con margen de mejora por su edad, al que sólo indiscutibles como Robinho, Raúl y Van Nistelrooy cierran, le bloquean el paso.
Pese al empuje de Higuaín y las amenazas de Robben, el Alicante se mantuvo firme, sin recular más de lo necesario, hasta que Borja hizo bingo ante Dudek. Chamartín de nuevo ante el abismo de la Copa. La misma película de las últimas temporadas. Los jugadores del Alicante tiraban confetis ante la inminente llegada de la prórroga. Pero irrumpió Guti, que no había tenido su mejor noche, y evitó el milagro alicantino.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.