Atraco a mazazos en un hotel de lujo

"¡Dinos dónde está la caja fuerte o te matamos!". Con esta frase pronunciada a gritos irrumpieron la madrugada del lunes cuatro encapuchados en un hotel de cuatro estrellas del distrito Fuencarral-El Pardo. Robaron unos 10.000 euros más diversos efectos bancarios. Los asaltantes, supuestamente de nacionalidad española, destrozaron los cristales de entrada a la recepción, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los hechos ocurrieron sobre las seis de la madrugada del lunes, en el hotel AC Monte Real, situado en el número 17 de la calle de Arroyo del Fresno. A esa hora, de repente, se oyó un fuerte ruido de cristales rotos. Los cuatro atracadores, que llevaban la cara cubierta con pasamontañas negros y ropa oscura con los cuellos subidos para evitar ser reconocidos, entraron al momento en el establecimiento. Cruzaron pocas palabras con el único empleado que había en ese momento en la entrada del hotel AC Monte Real. Armados con mazas de grandes dimensiones, los hombres le intimidaron hasta hacerse con la llave de la caja fuerte.

Los asaltantes iban armados con un mazo de grandes dimensiones

También se llevaron los recibos de las tarjetas de crédito de los clientes

Mientras dos abrían la caja, los otros dos no quitaban ojo al recepcionista y la posible entrada y salida de clientes. Del interior de la caja robaron unos 6.000 euros en efectivo, a los que se sumaron otros 4.000 procedentes de las propinas dejadas a los empleados, además de los recibos y comprobantes de pago de los clientes con tarjeta de crédito.

Pocos instantes después salieron del establecimiento, sin que el recepcionista pudiera ver qué medio de locomoción utilizaron para huir. Según declaró después este empleado, los asaltantes tenían voces de personas jóvenes (menores de 30 años). Además también tenían una fuerte complexión atlética, según fuentes del caso. Los investigadores están comprobando las cámaras de videovigilancia del hotel y de otros posibles establecimientos cercanos para tratar de averiguar el o los vehículos utilizados para huir del lugar del atraco.

Este robo no fue el único importante registrado la madrugada del lunes en Madrid. Unos butroneros se apoderaron de unos 38.000 euros en joyas y dinero en una nave de Mercamadrid (Villa de Vallecas). Los ladrones hicieron un agujero en el lateral de la nave 5 y reventaron la caja fuerte. Dentro había 45 relojes, alhajas, entre las que destacaban diversos colgantes. También se apoderaron de dinero en efectivo, según fuentes policiales

Estos robos se suman a los que han tenido lugar en el último mes en la región, algunos de consideración, sin que, hasta el momento, se haya podido detener a sus autores. El primero fue el atraco en el centro comercial Ikea del PAU de Vallecas el domingo 9 de diciembre. Le siguieron el robo a unos vigilantes de seguridad que llevaban 300.000 euros procedentes de un banco en el centro comercial Plenilunio, junto a la autovía de Barcelona (A-2), el atraco a una furgoneta cargada con tres millones de euros con joyas de Cartier y el homicidio de un empresario de Parla, propietario de un salón de juegos en el centro del municipio. También ha sido asaltado el chalé del empresario José Luis Moreno en Boadilla del Monte y se ha producido un atraco a mano armada en la tienda de Chanel, en el barrio de Salamanca, de la que los ladrones se llevaron 12 relojes en un robo que duró apenas 30 segundos.

Por otra parte, un hombre de alrededor de 25 años resultó herido en el transcurso de una reyerta ocurrida sobre las 17.30 de lunes en el bar La Cabaña, en el número 82 de la calle de Ramón Pérez de Ayala (Puente de Vallecas). Los coches patrulla que peinaron la zona tras el apuñalamiento detuvieron a tres ciudadanos de origen chino como supuestos autores de la agresión, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La víctima, que fue atendida en plena vía pública por los servicios sanitarios, presentaba dos heridas de arma blanca en el estómago y en el hemitórax izquierdo, así como un corte superficial en la cabeza. Se le trasladó en estado grave al hospital Gregorio Marañón, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.