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TIEMPO MUERTO | NBA
Columna
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El ejemplo de los Celtics

Ya está. Se acaba el año más duro de mi vida. Espero dejar atrás la mala suerte, las lesiones, olvidar el título que se nos escapó por un pelo en el Eurobasket. Brindo por un 2008 mucho más próspero en lo individual y en lo colectivo. Lo que un día parece absolutamente negativo cambia por completo al siguiente. Valga el ejemplo de los Celtics de Boston. En un mismo año han pasado de ser uno de los peores equipos de la NBA a ser el que más victorias acumula. Se están saliendo.

Según coinciden todos los analistas, es el principal candidato al título. Yo me mojo poco. Pero es evidente que funcionan de maravilla. Aparte de la aportación ofensiva que ya se esperaba de su big three, Paul Pierce, Ray Allen y Kevin Garnett, el trabajo de Kendrick Perkins y Rajon Rondo está resultando básico y permite que un equipo con tanto talento consiga también ser uno de los mejores en el aspecto defensivo.

Todo el talento ofensivo que acumulan Pierce, Garnett y Allen no impide que sean de los mejores en la defensa

Perkins es un jugador muy inteligente y eso le permite rebotear con soltura. Además, suele realizar un trabajo impagable en la defensa, aspecto en el que suele encargarse de parar a la estrella del equipo rival bajo los tableros. Rondo era un base muy anotador que ha sabido cambiar su chip y ha pasado a ejercer de motor del juego del equipo. Además, cuentan con James Posey, un veterano que aporta mucho saliendo desde el banquillo; Eddie House, muy certero en el lanzamiento, especialmente desde las esquinas, y Glenn Davis, un rookie que está impresionando. Es evidente que los Celtics son mucho más que los tres magníficos.

De los Raptors, de mi equipo, pienso que es imposible enlazar dos temporadas en una línea ascendente altísima. Pero la pauta es incrementar nuestra autoexigencia por más difícil que resulte responder cuando las expectativas son muy altas. Desde luego, no hemos tenido suerte con las lesiones. Deseo referirme en especial a TJ Ford, nuestro base junto a José Manuel Calderón. Pasa por un momento muy complicado debido al problema de salud que le produjo la dura caída en un partido hace ya varias semanas. Ya salió airoso de una situación todavía peor hace dos temporadas. Pese a su físico aparentemente débil y ligero, es muy fuerte tanto en lo físico como en lo mental. Está en manos de buenos médicos y espero que se recupere primero por él mismo y en segundo término porque el equipo necesita a todos los que puedan sumar. Mientras tanto, Martin y Dixon, que es un escolta puro, son los que se encargan de dar algún respiro a José Manuel Calderón.

De los equipos que me están agradando más destaco a Nueva Orleans y Portland. Los Hornets fueron asolados el año pasado por una plaga de lesiones. Pero ahí están, encaramados en los primeros puestos de la Conferencia Oeste. Chris Paul y Tyson Chandler están jugando a un nivel altísimo, como nunca, y Stojakovic se ha recuperado, y de qué manera, de la crisis que atravesó. No les descarto absolutamente para nada.

El caso de Portland demuestra que, a veces, la salida de un jugador franquicia como era Zach Randolph o la lesión de otro que lo será como Greg Oden ayuda a que los otros den un paso al frente, caso de Roy, Outlaw o Aldridge. Me parece que es el caso. Si no me equivoco, es el equipo que tiene la racha de triunfos más larga. Sergio Rodríguez continúa progresando. Ha entendido que no puede jugar todos los minutos que merece, pero, cuando sale, es, como siempre, muy agresivo en el ataque y está mejorando en la defensa.

El reverso de la situación por la que atraviesan los Celtics son los Bulls. Los de Chicago han cambiado incluso de entrenador. Acostumbrados al éxito, se han encontrado de repente por debajo de las expectativas. No están funcionando como equipo y aventuro que las situaciones contractuales de varios jugadores y los rumores al respecto les están haciendo mucho daño. Los factores externos provocan una inestabilidad que los Bulls encarnan a la perfección. En fin, me despido de 2007 en el dique seco y espero volver a pisar pronto la cancha en 2008. Salud y felicidad para todos.

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