Bermejo pide a los obispos que reflexionen sobre la pederastia
El ministro de Justicia critica al prelado de Tenerife
"Difíciles de digerir". Con esta impresión ha recibido el Gobierno las declaraciones del obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, sobre la homosexualidad y la pederastia. El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, pidió ayer una reflexión a la Conferencia Episcopal tras calificar las palabras del prelado como "enormemente desafortunadas".
El obispo Álvarez comparó la homosexualidad con la pederastia y dijo que hay menores que desean y provocan los abusos sexuales, en una entrevista publicada por La Opinión de Tenerife. También declaró que "sólo un 6% de los homosexuales se debe a cuestiones biológicas". Añadió: "No hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica, como podría practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta".
Advertido por la periodista que le estaba entrevistando sobre la evidente diferencia que hay entre una relación homosexual y un abuso, el obispo replicó: "Por supuesto, pero ¿por qué el abusador de menores es enfermo?". La periodista: "Un abuso es una relación no consentida". Y el obispo: "Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece".
Estas son las opiniones que, según Fernández Bermejo, "deberían hacer reflexionar a la Conferencia Episcopal". Lo dijo ayer en declaraciones a la Cadena Ser. También que las opiniones del prelado son más desafortunadas "por lo que suponen que por lo que realmente acaban diciendo". "A veces resulta difícil digerir que un obispo pueda decir semejantes cosas", añadió.
Por su parte, el secretario general de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, Juan José Tamayo, acusó al obispo de Tenerife de "demonizar y culpabilizar" a los adolescentes que sufren abusos sexuales, y de "desculpabilizar a los pederastas".
En declaraciones a la agencvia Servimedia, Tamayo añadió que lo dicho por el prelado es "una agresión contra la dignidad humana y la integridad física de los adolescentes, y una pérdida de los criterios éticos más elementales en relación con la violencia y la violación sexual".
El obispo "demuestra un profundo desconocimiento de las investigaciones científicas sobre la sexualidad. Se mueve en un paradigma homofóbico, al considerar la homosexualidad perjudicial para las personas y para la sociedad, y al entender la práctica de la homosexualidad como un vicio. Con declaraciones como ésta no extraña el descrédito que la Iglesia católica tiene entre los adolescentes y los jóvenes, que huyen de ella como de la peste", concluyó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.