_
_
_
_
Reportaje:FORMACIÓN Y EMPLEO

El año en el que sacaron la 'tarjeta azul'

2007 se cierra con el fin de la tendencia a la baja del paro, menos temporalidad y nuevas leyes de igualdad

El año 2007 ha sido el ejercicio en el que España soñó con rozar el pleno empleo técnico, pero se cruzó la crisis hipotecaria de las subprime, y la posibilidad de acercarse a una tasa de paro próxima al 5% se evaporó con el fin del verano. En junio, el optimismo se había instalado con fuerza, pese a que el ritmo de crecimiento del empleo estaba ya ralentizándose. Los directivos proyectaban altos porcentajes de nuevas contrataciones para el tercer trimestre.

Europa también se movía inquieta, ante la incapacidad de cubrir la oferta de puestos de trabajo vacantes. Franco Frattini, comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, obtuvo en septiembre el visto bueno del Parlamento Europeo a su propuesta de crear una tarjeta azul, similar a la green card norteamericana, con la que atraer a dos millones de inmigrantes muy cualificados a la Unión Europea y hacer frente así al déficit de profesionales con talento. Qué sobrados íbamos aún. Tanto que hasta la posibilidad de despojar de sus mejores cerebros a los países en desarrollo parecía contar con un amplio consenso político.

Los jóvenes priorizan la existencia de medidas de conciliación entre vida laboral y personal a los salarios elevados a la hora de trabajar

Un jarro de agua

Pero con el otoño cambiaron las tornas, hasta tal punto que incluso a la tarjeta azul le han acabado saliendo potentes detractores (Alemania, Austria, República Checa y Holanda), lo que no le augura demasiado porvenir. Y no parece un constipado pasajero, como algunos quisieron ver. Todo indica que se ha cerrado un ciclo bonancible, marcado por la tendencia a la baja en la tasa de paro.

Según los datos dados a conocer antes de Navidad por Ceprede (Centro de Predicción Económica, de la Universidad Autónoma de Madrid), a finales de 2008 el número de parados alcanzará la cifra de 1.942.563, lo que representa 136.100 más que los previstos al cierre de 2007. Esas cifras significan que del 8,1% de tasa de paro previsto para el final de este año se pasará, cuando acabe 2008, al 8,5%. Además, según Ceprede, en el próximo año la creación de empleo se desacelerará hasta una cifra de 414.000 nuevos ocupados, por 630.000 de 2007.

Éste es, grosso modo, el nuevo e incipiente escenario. Sombras sobre un año que en España se cierra globalmente con cifras positivas, con más de 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social y una tasa de temporalidad en mínimos históricos, aunque todavía lejos de unos niveles propios de una economía de la zona euro. Del 34,6% de contratos temporales en 2006 se pasó al 31,9% en el tercer trimestre de 2007.

También ha sido un año en el que se han dado pasos efectivos para lograr la progresiva equiparación de hombres y mujeres en la empresa. La Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, aprobada en marzo, obliga a que las compañías de más de 250 trabajadores pongan en marcha planes de equiparación que eviten cualquier atisbo de discriminación en función del sexo.

Sus efectos -que, según UGT, implican a más de 600.000 mujeres empleadas en dichas compañías de mediano y gran tamaño- se verán en el medio plazo, aunque hay un terreno en el que las nuevas medidas se van a encontrar con un campo de minas para llevarse a efecto: los consejos de administración.

En octubre, cuando se cumplía medio año de vigencia de la ley, las mujeres que se sentaban en dichos consejos en las firmas cotizadas españolas representaban el 6,04% del total de consejeros, un ligero avance respecto a 2006, pero al mismo tiempo un porcentaje tan escaso que revela la magnitud de la tarea pendiente.

Otro hito en materia de igualdad laboral fue la aprobación del Estatuto del Trabajador Autónomo. Aunque, como toda ley, buena parte de su éxito va a depender de su desarrollo reglamentario, lo cierto es que los más de tres millones de trabajadores por cuenta propia que hay en España disponen desde este pasado otoño de un nuevo marco legal que amplía sus derechos, mejora coberturas y les acerca al régimen general de la seguridad social.

Entre las grandes tendencias resalta el afianzamiento de lo que ya se venía apuntando en años previos: en la sociedad del ocio, los jóvenes quieren trabajos que les dejen tiempo libre. O dicho de otro modo, prefieren entrar en empresas en las que haya medidas de conciliación entre vida laboral y personal antes que en las que les aportan altos sueldos a cambio de horarios interminables. Es el llamado "salario emocional".

Esta circunstancia, estimulada también por la amplia oferta laboral propia de tiempos de bonanza, ha ocasionado que sectores con gran atractivo en años previos, como la consultoría, hayan tenido que recurrir a empleados cualificados extranjeros para cubrir los puestos vacantes.

Y todo ello ha ocurrido con un sordo rumor de fondo que se configura como una batalla de gran calado para los próximos años. En 2007, el término flexiseguridad se hizo un hueco en la documentación oficial de la Unión Europea. El objetivo de sus defensores es ir hacia un modelo laboral en el que, en lugar de garantizar el empleo, se asegure la empleabilidad de las personas, es decir, se propicie la movilidad a base de grandes desembolsos en formación a lo largo de toda la vida, de tal modo que sea sencillo cambiar de trabajo sin traumas.

Los países miembros de la UE tienen potestad para decidir si aplican o no estas medidas de flexiseguridad. España, de momento, ya ha dicho que no piensa tocar la legislación en este sentido, síntoma de que, si llegan los tiempos de escasez relativa que empiezan a husmearse, la seguridad del puesto de trabajo volverá a ser prioritaria.

Nuevos métodos de selección, de YouTube a Second Life

En el terreno de las nuevas tecnologías, 2007 ha sido el año de la gran eclosión de la Web 2.0, las redes sociales e interactivas que se generan a través de Internet. Como no podía ser de otro modo, la selección de personal se ha empezado a mover con los nuevos tiempos, generando iniciativas innovadoras. En YouTube, el portal de vídeos de Internet, comenzamos a ver cómo los aspirantes a un puesto de trabajo colgaban sus videocurrículos, en los que venden sus habilidades en imágenes y palabras. Con este método, al responsable de selección de una empresa ya no le llega un currículo farragoso, sino un link a YouTube vía e-mail. Al entrar, puede ver y oír al aspirante y hacer una primera criba entre candidatos, con mucho menor coste de tiempo y dinero que un proceso tradicional cara a cara. La iniciativa ha empezado a calar. La universidad Jaume I de Castellón decidió abrir un canal de videocurrículos en su sitio web, en el que sus titulados pueden mostrarse tal como son a las empresas que buscan empleados.

Otro de los territorios que comenzó a abrirse a la selección de personal fue el de los denominados Mundos Virtuales Permanentes (MVP), del que Second Life es el exponente más conocido. Algunas empresas detectaron que ahí había una tendencia de futuro y empezaron a crear avatares (réplicas) de responsables de recursos humanos, de los que se sirven para reclutar profesionales para la vida real.

Firmas de servicios de empleo, como la multinacional Randstad, se unieron al movimiento y empezaron a contratar personal a través de pruebas en Second Life, donde también en junio se desarrolló la primera feria virtual de empleo, con participación de cinco compañías.

En España, en octubre surgió la primera feria de empleo permanente virtual de una universidad. Fue la de Granada la que se adelantó al futuro, con un pabellón y unos entornos que imitan la vida real y permiten a empresas y candidatos establecer un primer contacto en cualquier momento del año.

Con vistas a tiempos venideros también se produjeron los primeros movimientos, tímidos aún, en lo que serán las universidades corporativas virtuales, grandes centros de formación de empleados instalados en sus respectivos ordenadores. Telefónica anunció un gran campus virtual corporativo para 2008, el ejercicio que ahora se inicia, y firmas como la mutua Asepeyo entraron ya de lleno en la formación de su plantilla al estilo 2.0.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_