Las elecciones generales se tambalean
El partido de Benazir Bhutto aguarda hoy la lectura de su testamento político
Las autoridades decidirán manaña si posponen los comicios generales
Asif Alí Zardari, viudo de Bhutto, dijo ayer que la líder del PPP dejó instrucciones escritas sobre el futuro de su partido. La canal de noticias en inglés Dawn indicó que Zardari ha convocado a los dirigentes del PPP para leerles el texto.
Muy posiblemente, el testamento de Benazir apunte también a su sucesor. "Ella era un factor de unión del PPP, sin ella se corre el grave peligro de que cada facción trate de tirar de la manta", aseguraron fuentes del PPP que prefieren guardar el anonimato. De momento, añaden, hay consenso en que el nuevo líder debe de ser una persona originaria de la sureña provincia de Sindh, donde está su principal banco de votos.
Todo apunta a que podría ser el vicepresidente Amín Fahim. "Es un hombre respetado, que no tiene grandes choques con ninguna de las facciones", añaden. También se habla de recurrir a la práctica casi feudal de dejar el mando en manos de la familia, es decir, en manos de Zardari, porque el hijo mayor, Bilawal, apenas cuenta 19 años. Pero la impopularidad del viudo y su conocida querencia por la corrupción le alejan de esta posibilidad.
Nawaz Sharif, líder de la Liga Musulmana de Pakistán-N (PML-N), el segundo partido más importante del país, fue ayer a Naudero (el pueblo donde se encuentra la casa familiar de los Bhutto) a presentar sus condolencias a Zardari, a los tres hijos y al PPP. Sharif, a quien la Comisión Electoral no permite presentarse a los comicios, está a favor de boicotearlos y de unir sus fuerzas a las del PPP para forzar la salida de Pervez Musharraf de la presidencia de la República. Estados Unidos, principal valedor del acuerdo entre Bhutto y Musharraf para facilitar la transición democrática del país, ha manifestado la necesidad de proseguir con el proceso de transmisión de poderes desde un régimen militar a una dirección civil.
Musharraf, que dio un golpe de Estado contra Sharif en 1999, colgó su uniforme militar el pasado 28 de noviembre para jurar dos días después como presidente civil. Pero para llegar hasta ahí, precisó primero destituir a los jueces del Tribunal Supremo que cuestionaban la legalidad de su elección y sustituirlos por otros afines a su causa.
El PPP parece inclinado a celebrar los comicios como estaba previsto, para así beneficiarse de la ola de simpatía desatada por el brutal asesinato de su líder. Sin embargo, la Liga Musulmana de Pakistán-Q (PML-Q), el partido fundado por Musharraf en 2001 para dotarse de una estructura civil, teme perder a buena parte de sus votantes y que ni siquiera con el fraude electoral que se estaba amañando tenga escaños suficientes para emerger como segunda fuerza política. Este temor es lo que puede llevar a la Comisión Electoral, muy cercana a la PML-Q, a decidir el retraso de las elecciones. Además, la violencia que sacude el país tampoco juega a favor de la convocatoria, para la que apenas faltan 10 días.
Al menos 11 oficinas de la Comisión Electoral han ardido estos días y desde las urnas a las papeletas, pasando por los demás documentos electorales, todo quedó convertido en ceniza. La inseguridad que amenaza a Baluchistán y a la llamada Provincia Fronteriza del Noroeste (NWFP), fronteriza con Afganistán, tampoco facilita el que los electores puedan ejercer su derecho al voto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.