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Magnicidio en Pakistán

Solana dice que es un intento de desestabilizar Pakistán

La Unión Europea recibió con consternación y alarma la noticia del asesinato de Benazir Bhutto, cuyo retorno a Pakistán formaba parte de un delicado plan para anclar junto a Occidente a un país crucial en el polvorín centroasiático.

"Este atentado está claramente dirigido a desestabilizar el país", señaló en un comunicado Javier Solana, coordinador de la política exterior comunitaria. "Muestra que hay fuerzas y personas que intentan socavar el proceso de reconciliación y democratización en Pakistán".

Tras calificar de "despreciable" el magnicidio, Solana se manifestó "muy preocupado por lo que está sucediendo" en el país asiático y subrayó lo "extremadamente importante de hacer todo lo posible para garantizar la estabilidad y la seguridad" en Pakistán.

"Es un ataque contra la democracia y contra Pakistán", apuntó en un sobrio comunicado el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. Tanto él como Solana expresaron su deseo de que Pakistán mantenga firmemente su rumbo hacia un Gobierno civil democrático.

Un ser "excepcional"

- India. El gran país vecino y rival de Pakistán en la carrera por la bomba nuclear expresó a través de su ministro de Exteriores, Pranab Mukherjee, su "horror" por la muerte de Benazir Bhutto, a quien Mukherjee describió como "una mujer excepcional". "Este bárbaro ataque terrorista es particularmente trágico", dijo el titular indio de Exteriores, quien alabó la "contribución a la democracia" y a la "mejora" de las relaciones con la India de la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP).

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- Afganistán. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, se encontraba desde el miércoles de visita oficial en Pakistán. Horas antes del atentado, Karzai y Bhutto habían mantenido una reunión. "Los dos habían acordado que existe una acuciante necesidad de combatir el terrorismo", indicó un colaborador de Bhutto.

Tras una conferencia conjunta con el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, Hamid Karzai calificó el atentado como "un acto de inmensa brutalidad" perpetrado por los "enemigos" de Afganistán.

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