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Reportaje:

"No pudimos con ellos"

Xavi e Iniesta asumen la derrota y Rijkaard no disimula: "El Madrid jugó muy bien"

El Madrid le pasó por encima al Barça, que contaba por victorias cuantos partidos había jugado este curso en el Camp Nou y que no se iba del estadio sin marcar un gol desde el 1 de marzo de 2005, cuando el Espanyol empató a cero en un encuentro excepcional de Kameni, que desbarató todas las ocasiones de Eto'o. En un duelo poderoso en el centro del campo -"descontrolado", según lo definió Xavi- y pobre en las áreas, especialmente en la de Casillas, el Barça perdió el que era su partido 1.200 en el estadio cincuentenario. Al Madrid le bastó con aprovechar la ocasión que ellos mismos se buscaron para poner al Barça patas arriba. En el vestuario azulgrana se asumió desigualmente la lección. Por un lado, Frank Rijkaard. Por otro, unos futbolistas que a duras penas tratan de entenderle.

"En este tipo de partidos, tan igualados, es muy importante no recibir un gol", dijo Rijkaard con cara de circunstancias, aparentemente tocado en su ánimo al comparecer en la sala de prensa; con la expresión de no saber exactamente por dónde salir. Incluso le costó admitir la evidencia, la de que el Madrid fue superior, aunque, eso sí, acabó reflexionando: "El Madrid ha jugado muy bien y a partir del gol manejó muy bien sus posibilidades, a menudo con nueve jugadores por detrás de la pelota, pero haciéndonos daño casi siempre en las transiciones".

Siguió el técnico lamiéndose la herida. "Cuando hay que jugar contra un equipo de calidad y muy bien colocado, lo más importante es no recibir un gol. Nosotros tuvimos una ocasión clara de Ronnie y, acto seguido, la metieron ellos. A partir de ahí, el Madrid ha trabajado muy bien en su campo y su defensa ha apretado mucho a nuestros delanteros", argumentó Rijkaard para dar respuesta a la derrota. "Muy organizado, no nos ha permitido ocasiones. Hemos querido con mucha voluntad, pero perdimos muchas veces la pelota", convino.

Lo que no hizo el holandés fue dar explicaciones de los motivos que le llevaron a alinear a Ronaldinho y Deco de titulares y, cuando se le pidió una evaluación sobre el juego del Gaucho, prefirió generalizar: "Hemos luchado todos, pero el Madrid lo ha hecho muy bien. Con el 0-1, metimos tensión, pero no pudimos cambiar el resultado. Tuvimos la esperanza siempre porque luchamos todos sin excepción". Por último, zanjó: "Es un golpe fuerte, pero hay que seguir".

Valdés, como de costumbre, no se escondió ni dentro del campo -donde estuvo exigido y hasta vendido; en el gol, por ejemplo- ni fuera de él. Convino que, tras obtener ventaja con el gol de Baptista, "el Madrid manejó el tiempo del partido". "Tuvieron una ocasión y marcaron. Ésa es la diferencia" resumió Iniesta. El jugador manchego actuó ayer en la posición de extremo derecho, dado que Ronaldinho volvió a la alineación titular en la punta izquierda del ataque azulgrana. "La derrota sabe fatal. Queríamos estar a un punto y estamos a siete, pero queda mucho y hemos de pensar en eso", añadió Iniesta, que lamentó la actuación del árbitro y se quejó de que no señalara algunas faltas.

Xavi asumió la derrota con cabreo de culé. "Siento mucha, mucha decepción. No hemos podido con ellos", reconoció sin tapujos. Más allá del gol de Baptista -"nos ha matado"-, confesó que el Madrid no les dejó nunca jugar a gusto. A Xavi la ventaja de siete puntos que les saca ahora el Madrid sólo le dio para una última reflexión: "Hay que pencar mucho para dar la vuelta a la tortilla".

Joan Laporta, el presidente del Barça, calificó el juego del Madrid de muy serio. "Tuvimos alguna oportunidad, pero no ha salido el partido que queríamos", explicó. Había soñado con una victoria llena de épica y se encontró con una derrota incuestionable, a su juicio, porque "al equipo le costó construir". Estimó la ventaja del Madrid como "considerable", aunque matizó: "Nada está perdido. Hay que olvidarse de lo que ha pasado hasta ahora y continuar".

Puyol será sometido hoy a pruebas físicas para conocer el alcance del golpe que recibió en una acción con Raúl. El capitán barcelonista, que se encargó del marcaje a Robinho, tuvo que ser relevado por Zambrotta.

Puyol cae al césped mientras Robinho intenta proseguir la jugada.
Puyol cae al césped mientras Robinho intenta proseguir la jugada.ASSOCIATED PRESS

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