Hoteles para el pueblo

Travelodge quiere llenar España de hoteles baratos. Las favorables perspectivas económicas, el potente mercado turístico y el rápido aumento del uso de Internet han llevado a la cadena británica a elegir nuestro país para iniciar su expansión internacional. El plan consiste en invertir 1.000 millones de euros con el objetivo de abrir, de aquí al 2020, 100 establecimientos que darán empleo a 2.000 personas. ¿Por qué España? Tras la decisión de Travelodge, afirma su director en España, Horadio Alcalá, hay hechos objetivos: los españoles viajan cada vez más y cada vez un mayor número de ellos puede permitirse pasar una noche en un hotel.

"Somos el único producto hotelero genuinamente de bajo coste", afirma Alcalá, quien explica que Travelodge ha contribuido a que, en Reino Unido, de una de cada cinco personas que podían costearse un hotel se haya pasado a una de cada tres en sólo unos años. "Queremos democratizar los hoteles", sostiene Alcalá.

La expansión comenzará en Madrid, Barcelona y Valencia, para continuar por ciudades medianas, periferias y aeropuertos

El 85% de las reservas se hacen por Internet y otro 6% a través de un contestador automático, con el consiguiente ahorro de personal

¿Cómo es posible reducir costes para ofrecer precios tan asequibles? En los hoteles de Travelodge se elimina todo lo superfluo. Para empezar, fuera el minibar y el teléfono. No hay gimnasio, ni piscina, ni piano-bar. El 85% de las reservas se hacen por Internet y otro 6% a través de un contestador automático, con el consiguiente ahorro de personal. La mayoría de las reservas son prepagadas, por lo que no es necesario pasar por recepción al abandonar el hotel. "Todo ese ahorro lo pasamos al precio y nos permite instalarnos en ubicaciones céntricas", señala Alcalá. "Damos el poder y el control de la elección a los clientes". Una habitación en un Travelogde puede salir por 20 euros si se aprovechan las ofertas y se reserva en la Red.

Los hoteles de Travelodge son, ante todo, funcionales. No tienen un vestíbulo vistoso y a la empresa no le importa que abajo haya un bar, un McDonald's o una peluquería. En España, siguen un modelo de arrendamiento similar al de Reino Unido: los edificios no son propiedad de la cadena, sino de un inversor particular que recibe una renta por el alquiler.

Travelodge tiene su origen en una cadena del mismo nombre fundada en 1925 en la ciudad californiana de San Diego. Primero fueron moteles de carretera, luego se instalaron en la periferia de las ciudades y más tarde en los centros urbanos. Tras cambiar de manos en varias ocasiones, la compañía ha acabado en manos del fondo de capital riesgo Dubai International Capital, que tiene un 80% de las acciones. El resto del capital está en manos de los directivos de la compañía.

De Las Rozas a L'Hospitalet

Más de seis millones de personas se alojan anualmente en un hotel de Travelodge, que gestiona 322 establecimientos en Reino Unido, Irlanda y España, con 20.000 habitaciones en total. La compañía quiere abrir 700 nuevos hoteles en Gran Bretaña para el año 2020, lo que significa la apertura de un nuevo establecimiento cada ocho días laborables. Para los Juegos Olímpicos de 2012, su intención es convertirse en la mayor cadena de hoteles de la zona central de Londres, con unas 7.000 habitaciones.

Travelodge, que ya tiene tres hoteles en España (Madrid, Las Rozas, L'Hospitalet), pretende abrir otros cinco próximamente y 15 más antes de que concluya 2010. El resto, hasta los 100, se construirán entre esa fecha y 2020. En un principio, la empresa se centrará en tres mercados -Madrid, Barcelona y Valencia-, para luego expandirse por ciudades, periferias y aeropuertos del resto del país. Su director en España cita como futuros emplazamientos ciudades medianas como Zaragoza, Málaga, Bilbao o Murcia, zonas periféricas de grandes ciudades como Alcalá de Henares, Rivas-Vaciamadrid y Alcorcón, o ciudades pequeñas con aeropuertos, como Reus y Girona, conectadas con Reino Unido por aerolíneas de bajo coste, o la Línea de la Concepción, vecina de Gibraltar. La media de inversión por hotel es de 10 millones de euros, cifra que sube hasta los 12 o 15 millones en ubicaciones fuertes.

Siguiendo el modelo de hotel económico que tanto éxito ha tenido en Reino Unido, los hoteles españoles tendrán entre 80 y 100 habitaciones, y el precio de la habitación partirá de 20 euros por noche si se reserva por Internet. La intención de Travelodge es dirigirse primero a los viajeros españoles y después a la base de clientes británicos que viajan periódicamente a España. La empresa calcula que el 61% de los 1,5 millones de clientes que tiene en Reino Unido tiene planes de viajar a España dentro de tres años.

Alcalá señala que Travelodque quiere aprovechar "un cambio cultural del consumo en España" y pone como ejemplo la buena acogida a empresas innovadoras como ING Direct, Ikea e EasyJet. "También vimos que el 44,5% de los españoles usa Internet, muchos para reservar viajes y hoteles", dice Alcalá.

El proyecto, afirma el ejecutivo de Travelodge, parte con una gran ventaja: no hay en España prácticamente hoteles de bajo coste. Mientras que en Francia suponen el 24%, del mercado y el 12% en Reino Unido, en nuestro país sólo un 1% entra dentro de esa categoría. Pensados en un principio para hombres de negocios, los hoteles Travelodge albergan ahora más viajeros de ocio.

Los hoteles de bajo coste, asegura Alcalá, son un negocio aprueba de recesiones: "Cuando todo va bien, todo el mundo viaja, pero cuando las cosas van mal todo el mundo recorta, y el que antes se iba al hotel de cuatro o cinco estrellas y tiene que mirar el bolsillo empieza a fijarse en este tipo de hoteles".