Atraco en la 'milla de oro'
Cuatro encapuchados asaltan pistola en mano la tienda de lujo de Chanel, en plena calle de José Ortega y Gasset
Poco después de las once de la mañana. Cuatro encapuchados armados con pistolas irrumpen en la boutique de Chanel. En plena milla de oro, en el barrio de Salamanca, delante de centenares de personas. "¡Manos arriba! Esto es un atraco". Gritan los asaltantes, tras reducir al vigilante. Es un golpe que dura menos de 30 segundos. Tiempo suficiente para arrebatar 12 relojes de lujo. Instantes después, se suben a un BMW. Huyen a toda velocidad. Sin dejar rastro.
Éste es el octavo robo con violencia que sufre la región en los últimos 11 días, tras los asaltos de la tienda Ikea en Vallecas, el centro comercial Plenilunio y el puerto seco de Coslada, el homicidio de un comerciante en Parla y el robo en el chalé de Boadilla del empresario y ventrílocuo José Luis Moreno.
El atraco de Chanel ocurrió pasados 10 minutos de las once de la mañana. Un coche llegó a toda velocidad y paró frente al número 14 de la calle de José Ortega y Gasset. Del vehículo, un BMW 535 bastante antiguo robado en el sur de Madrid, se bajaron cuatro encapuchados, que pegaron una patada a la puerta. Encañonaron al vigilante, que estaba justo en la entrada. Tras obligarle a que se tirara boca abajo, uno de ellos le apuntó para que no se moviera. Mientras, los otros tres compinches se dirigieron al mostrador de los relojes.
Los cuatro dependientes que había en la tienda salieron corriendo al servicio, donde se refugiaron. En esos momentos, no había ningún cliente en el comercio. "Ha sido todo rapidísimo", explicó el empleado de la tienda de ropa y complementos. Apenas estuvieron 30 segundos dentro. "Sabían perfectamente a lo que venían y que en ningún caso encontrarían resistencia", detalló el vigilante del turno de tarde.
Los atracadores se apoderaron de una docena de relojes, cuya cuantía no fue valorada ayer por los responsables de la tienda. Los empleados señalaron que algunos de ellos tenían un precio de unos 600 euros.
Los ladrones huyeron a toda velocidad en el coche, donde les esperaba un quinto encapuchado al volante del BMW. "El que estaba dentro hacía varias maniobras para salir pitando", destacó el vigilante de la joyería situada frente a Chanel.
Los cinco atracadores huyeron por la calle de Serrano. La policía comprobaba ayer las grabaciones de seguridad de la tienda de productos de lujo de Chanel y de los locales cercanos para intentar identificar a los autores. Esto es una labor difícil porque iban encapuchados y con guantes para no dejar huellas. Algunos testigos aseguraron que la policía cuenta con el número de matrícula del BMW, gracias a que una persona que caminaba por la zona hizo una foto del vehículo. La policía trataba de localizar el coche robado, que anoche no había aparecido.
El vigilante de Chanel tuvo que ser atendido por facultativos del Samur al sufrir una crisis de ansiedad. "Ha pasado mucho miedo, el pobre. Después de que le apunten a uno con un arma, no es capaz ni de abrir los ojos", señalaba su compañero de trabajo. "Aunque fuese armado, lo mejor que se puede hacer es callarse y que se lleven lo que quieran", continuaba.
EL PAÍS intentó recabar, sin éxito, la versión de lo ocurrido a Chanel y el valor de lo sustraído.
El atraco de la milla de oro no fue el único robo con violencia registrado ayer. Tres individuos a cara descubierta asaltaron también una joyería en la calle de Camarena, en el barrio de Aluche (Latina). Los ladrones apuntaron con sus armas a los clientes que había en ese momento en la tienda. Se apoderaron de una gran cantidad de joyas, cuyo valor no había sido determinado aún por los dueños del local, y huyeron en motos que habían sido robadas.
Estos dos son los últimos atracos de una oleada que sufre la región desde hace 15 días. Unos asaltantes mataron a golpes a un empresario el pasado miércoles. Además, se producen un día después de que la delegada del Gobierno, Soledad Mestre, ordenara al jefe superior de Policía, Enrique Barón, reforzar mediante un plan especial la vigilancia en las zonas comerciales más frecuentadas de la región.
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