Londres endurecerá su política contra la inmigración ilegal
Brown planea reducir la duración del visado de turistas extracomunitarios
El Gobierno de Gordon Brown ha lanzado un debate nacional para endurecer la actual política de concesión de visados de entrada a los nacionales de países terceros, los extracomunitarios, que quieran realizar visitas cortas. Entre las posibilidades más llamativas que baraja el Ejecutivo destacan acortar de los actuales seis meses a sólo tres meses los visados turísticos y la de obligar a los inmigrantes a depositar una fianza para garantizar que los parientes que viajen al Reino Unido a visitarles no trabajen ilegalmente y vuelvan a su país al final de la visita.
Las propuestas forman parte de un documento consultivo lanzado por el Ministerio del Interior para reformar la política de permisos de entrada para estancias cortas, y pretende completar la nueva política de permisos de entrada por puntos para las estancias de más de seis meses, que entrará en vigor el año que viene. Ambas reformas, junto a la próxima implantación del documento de identidad para extranjeros y la toma de los datos biométricos en sus países de origen a los candidatos a emigrar al Reino Unido, forman un paquete de endurecimiento de la política de inmigración que los laboristas están poniendo en marcha con la mirada puesta en las próximas elecciones generales, que probablemente se celebrarán en la primavera de 2009.
Según Interior, sólo el 1,1% de los extranjeros que visita el Reino Unido está más de tres meses en el país. El 32% de los nacionales no comunitarios que llega al país lo hace de vacaciones, un 29% viene a visitar familiares y un 27% por negocios. El documento propone que cada uno de estos grupos tenga un visado específico.
El grupo de las visitas familiares es uno de los que el Departamento de Interior, el Home Office, quiere controlar con más detalle para evitar que esas visitas temporales se conviertan en definitivas. Para ello propone crear la figura del "visitante familiar patrocinado", para asegurarse de que el familiar ya residente en el Reino Unido se hace cargo de que los que vienen a visitarle no van a trabajar ni a quedarse en el país más tiempo del que les asigne su visado.
El Home Office quiere endurecer las condiciones de entrada de visitantes por tres vías. Uno, limitar a los "más próximos" la condición de familiar a la hora de acogerse a este tipo de visado. Dos, limitar las personas que tienen derecho a ejercer de patrocinadores (pone a debate una horquilla amplísima que va desde limitar ese derecho "sólo a los ciudadanos británicos" a incluir a los nacionales de la UE residentes en el Reino Unido, a los nacionales extranjeros con permiso indefinido de residencia, a los que tengan permiso por más de un año...).
En tercer lugar, hacer a los "patrocinadores" responsables de que sus familiares no trabajen ilegalmente y no se queden en el país. Una de las maneras de incentivar ese sentido de responsabilidad es obligarles a presentar algún tipo de aval financiero.
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