Los vecinos de Salamanca logran que el alcalde rectifique

Los vecinos de Salamanca han ganado una de las batallas de la guerra que han declarado a la abultada subida de impuestos decidida por el alcalde, Julián Lanzarote (PP). El aumento de la presión impositiva, de hasta el 84%, en alguno de los servicios municipales sacó a la calle el 2 de diciembre a unas 25.000 personas. Se trataba de la segunda concentración de protesta en dos semanas.

El regidor anunció ayer que no aplicará en 2008 el aumento previsto en el autobús urbano, el servicio que más se encarecía, y justificó su decisión echándole la culpa al Ejecutivo central. Así, se refirió "al momento difícil para las economías de las familias salmantinas debido a la errónea política económica del Gobierno".

El bono-bus y el bus-ciudad (abono mensual) se ajustarán el año próximo al último IPC (4,1%), porcentaje muy inferior al anunciado por el equipo de Gobierno, que pretendía subirlo un 84% en dos anualidades.

Lanzarote, que leyó un comunicado ante la prensa, arguyó que no incrementar las tarifas del autobús urbano "tiene un coste para los salmantinos de 2,7 millones de euros", pero aseguró que no por ello se resentirá la inversión pública. Aseguró que ésta podrá mantenerse "gracias a los compromisos adquiridos por el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera", también del PP.

Otros impuestos

Asimismo, el alcalde aclaró que la decisión adoptada por el Ayuntamiento no responde "ni a motivos electorales, ni tampoco a otras posibles consecuencias futuras en su tramitación", y está motivada "única y exclusivamente pensando en el bienestar de las familias salmantinas".

El portavoz de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Salamanca y Provincia (Fevesa), José María Collados, señaló que en el colectivo están "contentos, pero no satisfechos", dado que, en su opinión, la retirada "sólo afecta" al autobús y no a las tarifas de la basura (que han subido 17 euros) y del agua (que sube un 14%), y al Impuesto de Bienes Inmuebles (45 euros más).

Además, destacó que la "rectificación" ahora anunciada "no ha sido gracias a Lanzarote, ni al PP", sino al "civismo y presión" de los ciudadanos y a la "presión que pueden haber visto ante la reunión de la Comisión Regional de Precios, prevista para el martes".