"De pequeño era muy técnico"
El pintor Miquel Barceló asegura que el desierto de Malí es uno de los más bellos del Sáhara. Ésta es una opinión muy extendida entre los artistas europeos, siempre tendentes a las visiones románticas. Mahamadou Diarra (Bamako, 1981), el único centrocampista del Madrid del que Bernd Schuster no ha prescindido, no ve nada atractivo en el vacío amarillo de su patria. Igual que su fútbol, su idea del universo tiene ramificaciones morales, pero no estéticas. "¡Si te quedas sin agua, estás muerto!", exclama, con una risita misteriosa. "¡No me interesa!".
Pregunta. Al principio de la temporada, cuando leía los periódicos y hablaban del tiqui-taca del Madrid de Schuster, se ponía nervioso.
"El equipo juega mejor y todos juegan mejor porque yo defiendo bien. Doy equilibrio"
"A mí lo único que me interesa es conseguir los tres puntos. Lo demás es teatro"
Respuesta. No, siempre he comprendido el tiqui-taca. Es mover el balón, hacer que circule. Es un juego relacionado con el espectáculo y creo que lo sé, pero la mentalidad que yo tengo coincide con hacer un fútbol directo. A mí lo único que me interesa es conseguir los tres puntos. Después, si encontramos la manera de jugar bien, perfecto. Lo demás es teatro y es mejor dejarlo a un lado.
P. ¿Cómo se ha adaptado al tránsito de Capello a Schuster?
R. Lo más importante es estar por encima de todo el mundo en la tabla, como actualmente estamos. Hay que jugar los partidos pensando en sacar provecho de los adversarios porque lo único importante de verdad es sacar los tres puntos. Si uno hace el tiqui-taca en los partidos, eso gusta a los espectadores del Madrid, pero lo más importante es ganar, ganar, y ganar.
P. Su mentalidad es la de Capello. Sin embargo, usted es el centrocampista que más aparece en las alineaciones de Schuster. ¿Por qué?
R. Schuster es más ofensivo. Le gusta que vayamos arriba, que toquemos rápido. Y, con ese planteamiento, yo soy el que tiene que dar equilibrio. Creo que cada entrenador tiene su método y que sea defensivo u ofensivo no es lo esencial.
P. El curso pasado jugaba más libre. ¿Se divertía más?
R. Es verdad. Ahora juego sólo por delante de la defensa. Más tácticamente. Entonces jugaba en pareja, como recuperador. Podía ir a la izquierda o la derecha sin correr tantos riesgos porque había otro vigilando la portería. Ahora estoy a menudo solo en la defensa y tengo muchos defectos que corregir, muchos defectos que vigilar. No puedo permitirme participar de la jugada porque debo permanecer en mi zona. Ocupo un puesto importante en el que debo jugar tácticamente y, sobre todo, psicológicamente. La mente cuenta mucho porque si el equipo no está bien... Tienes que estar mentalmente en forma. Si eres fuerte en ese aspecto, puedes equilibrar el juego solo o con ayuda de otro compañero. Si te confías y sientes que el adversario perderá el balón sin que te esfuerces, te la pegan.
P. En este esquema, a veces se siente muy solo.
R. En defensa, sí. Se necesita una concentración absoluta. Hay que calcular la dirección del juego, el balón, el desplazamiento de los rivales. Hay que estar en el momento justo para interponerse entre el adversario y el balón cuando va a franquear tu línea.
P. No se le vio cómodo tirado a la derecha, con Gago en el eje.
R. Es que no dependo sólo de mí. Estoy sujeto a lo que hacen mis compañeros igual que ellos dependen de mí. Cuando juego bien es gracias a ellos y cuando ellos juegan bien también es gracias a mí. El equipo juega mejor y todos juegan mejor porque yo defiendo bien.
P. ¿Cuál es el central que más le habla en el partido?
R. Heinze. Es una cotorra. Pero eso es bueno. Te anima.
P. Con Baptista la conexión ha sido muy rápida.
R. Cuando juega conmigo, me recuerda a Essien cuando se colocaba delante de mí. Funciona así. Sólo que Baptista es más potente. Tiene más empuje.
P. Entonces, hacen una buena pareja.
R. Yo no he dicho eso. Lo dice usted, yo no he dicho eso.
P. ¿No tiene la sensación de que ahora el Madrid se defiende mejor que la temporada pasada? Ataca más, mete más goles y recibe los mismos.
R. ¿De veras? ¿No recibimos más goles?
P. Tres más que con Capello.
R. ¿Sí? Entonces, no está tan mal.
P. Reza antes de cada partido. ¿Le ayuda?
R. Rezo para agradecer al buen Dios por estar hoy aquí y también pido al buen Dios que todo acabe bien para nosotros, con felicidad, y que tengamos salud porque él nos puede ayudar.
P. ¿No cree que los jugadores europeos tienen menos vida espiritual que los africanos?
R. Tal vez sean un poco más cerrados. Pero, por lo que he comprendido, tienen las mismas dificultades para hacerse preguntas a sí mismos que nosotros los africanos. Creo que todos somos personas iguales, aparte de que no tengamos la misma religión ni cultura. Hay palabras que nunca decimos en nuestra religión. Aquí los chicos se divierten de una forma diferente. Cuando están felices, dicen 'de puta madre' y eso... Los musulmanes nunca lo decimos. Pero aquí siempre me respetaron. La vida europea hace que me entienda bien con los europeos.
P. En el futuro, ¿piensa dedicarse a la política?
R. No.
P. ¿Por qué?
R. No sé si algún día seré presidente, pero no comprendo lo que pasa en el mundo. Cada uno a lo suyo. Los políticos están hechos para la política. Yo soy futbolista y estoy hecho para jugar al fútbol. Quizá ellos, cuando juegan al fútbol, saben algo de política. Pero, cuando yo juego al fútbol, no sé nada de política.
P. Sin embargo, financia obras públicas en Malí.
R. No hago obras públicas, pero ahora, donde yo nací, hay un viejo barrio de Bamako, que es un barrio, cómo diría..., que no está limpio. Decidí pavimentarlo, poner alcantarillas, tratamiento de aguas residuales... Ayudar a los niños abandonados de la calle, fundar una asociación para huérfanos, alimentarlos... Represento a esa fundación desde hace cuatro años. Son cosas que me hacen sentir dichoso.
P. ¿Se siente un privilegiado?
R. Poder ser generoso es un privilegio porque es algo que muchos jóvenes malienses desearían ser. Hay que pensar en los niños que no conocen a sus padres y madres y que están allí y nadie sabe qué va a ser de ellos. Hay que pensar en esos niños y ayudarles. Ser piadoso y caritativo forma parte de nuestra cultura, de nuestra religión. El porvenir de esos niños es importante.
P. Se han puesto de moda los volantes centrales africanos. ¿Qué opina de Keita y Touré?
R. Son buenos. Están en el campeonato de mayor nivel del mundo y un africano que llega aquí nunca lo tiene fácil. Imponerse en cinco o seis años está bien, pero imponerse en seis o diez partidos, como ellos, es algo grande. Chapeau!
P. ¿Cuando era pequeño, en su barrio de Bamako, destacaba entre los otros niños por algo?
R. Era muy, muy técnico. Delantero, el número 10. Muy técnico. ¡Uhhh! Sólo jugaba al tiqui-taca. ¡Sólo! ¡Un 10! En Europa me he retrasado 20 metros.
P. Europa lo cargó de obligaciones tácticas.
R. Han visto mi altura, mi juego de cabeza, mi potencia... Y me hicieron recular. Pero se nota que tengo técnica. Ahora tengo la misma técnica. ¿No?
P. No lo sé. ¿La lleva dentro?
R. ¿En el interior? ¿Qué es eso?
P. Que lo que se ve no es un 10, sino alguien que va muy fuerte, un defensor agresivo...
R. Está bien. Ven más mi físico que mi técnica. Es normal.
P. Lo que deben ver sus colegas es que chocar contra usted puede ser un suplicio.
R. Tú no puedes. Diez minutos contra mí y estás muerto.
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