Suspendido el número de los cocodrilos del Circo Universal
El número de los cocodrilos que forma parte del espectáculo del Circo Universal en el parque del Fórum no se realizará hoy. Así lo decidió la propietaria de los animales, Ida Casu, después de que ayer agentes de la Guardia Urbana levantaran acta administrativa y advirtieran a los responsables del Circo Universal de que, si persistían en utilizar los animales podrían clausurar toda la carpa. El motivo: incumplimiento de la ordenanza municipal de exhibición de animales exóticos y salvajes. Y también por incumplimiento de contrato porque "no constaba que se exhibieran animales", según fuentes municipales.
El espectáculo Princesas por una noche se celebró ayer con normalidad. Tras la función, un trabajador de la empresa Barcelona Servicios Municipales (B:SM), que gestiona el parque del Fórum, avisó a la policía de que finalmente se habían utilizado los animales.
La dueña de los cocodrilos, Ida Casu, explicó que había decidido sacar los animales a la pista porque ese espectáculo "es el único sustento de una familia de siete personas". Aseguró que había realizado ese número en repetidas ocasiones por toda Cataluña y también en el parque del Fórum en el año 2005, cuando ya era vigente la mencionada ordenanza municipal. En aquella ocasión, sin embargo, no recibió ningún tipo de aviso o advertencia.
Perjuicio a más familias
"Si yo no hago mi espectáculo, el circo no me paga, pero es que, además, otros circos no querrán contratar mi número si ven que no me dejan trabajar en Barcelona y en Cataluña", lamentó, asegurando que esa situación podría suponer la "completa ruina" de su familia. A última hora de la tarde, la propietaria de los animales decidió suspender el número "para no perjudicar a todas las familias que dependen del circo".
No obstante, no tiró del todo la toalla y hoy intentará renegociar con el Ayuntamiento. Está convencida de que tiene en regla toda la documentación y que sus cocodrilos pueden participar en circos y exposiciones. Casu puntualizó que, incluso, había ido "más allá de la legalidad" y, para asegurar a los animales unas condiciones de trato óptimas, compró un tráiler "con todas las comodidades". Además, defendió que la ordenanza municipal prohíbe los espectáculos con "animales exóticos", calificativo que negó que se pueda aplicar en este caso porque los cocodrilos son "reptiles", de los que no dice nada la orden municipal.
