El precio de alimentos elaborados acumula la mayor alza desde 1990
Economía pide moderación salarial porque el rebote del IPC es transitorio
El Instituto Nacional de Estadística (INE) puso ayer números a lo que los ciudadanos perciben desde que acabó el verano. Tal y como había previsto con su indicador adelantado hace dos semanas, la inflación llegó en noviembre al 4,1% anual, reflejo del tirón que han dado los precios en sólo cuatro meses: el IPC casi se ha duplicado desde agosto, cuando marcaba el mínimo de la legislatura (2,2%), y alcanza su máximo nivel desde enero de 2006.
El INE confirma que la inflación se situó en el 4,1% en noviembre
La leche se ha encarecido un 30% en un año, un dato sin precedentes
La percepción ciudadana del repunte de precios se acentúa al volver a estar impulsada por la evolución de los alimentos y el petróleo, que condicionan algunas de las decisiones de consumo más frecuentes en las familias (la cesta de la compra o el gasto en gasolina). La concatenación de malas cosechas de cereales en el mundo y la insuficiente oferta por la rigidez de las cuotas lácteas alientan una subida de los alimentos elaborados (7,4% anual), sin precedentes desde 1990. Y la cercanía del precio del barril de crudo al inédito nivel de los 100 dólares también pasa factura.
El incremento de precios en algunos alimentos básicos es muy abultado. En julio, el pan acumulaba una subida anual del 6% y ahora está en el 14%, un nivel que no alcanzaba desde el arranque de la década de los noventa, aunque el INE advierte de que no se puede hacer una comparación exacta al haberse cambiado el año base de referencia varias veces.
El incremento de los cereales se extiende a otros alimentos (como las pastas o las harinas) y el Banco Central Europeo ha vaticinado esta semana que se dejará notar aún más en los próximos meses en las carnes, por el coste de los piensos.
El incremento en el pan parece haber perdido fuerza, a diferencia de lo que ocurre con la leche, que sube ya un 30% en los últimos doce meses, una escalada sin parangón en la serie estadística del INE. Los derivados lácteos, como los quesos (8,6%), las mantequillas (9,3%) o los yogures (10%) también acumulan ya subidas notables.
La repercusión del enorme alza del petróleo es más gradual: la gasolina (1,095 euros por litro) y el gasóleo (1,070) están en máximos históricos, pero acumulan una subida del 15% y el 18% respectivamente, cuando el crudo se ha incrementado más de un 70% en lo que va de año.
"Admitimos que es un mal dato", dijo el secretario de Estado de Economía, David Vegara, sobre la inflación de noviembre. Pero recalcó que el incremento de precios es "transitorio" y se debe a "causas externas", en alusión al repunte de precios internacionales de las materias primas.
Vegara destacó que la subida de precios en España corrió en paralelo a la de la zona euro en noviembre. Según Bruselas, la inflación alcanzó el 3,1%, lo que mantiene el diferencial en un punto porcentual. Otros datos vienen en auxilio de la tesis de Economía: en Estados Unidos, el IPC registró en noviembre la mayor subida mensual en dos años por el encarecimiento de la gasolina, y la inflación crece ya a un ritmo anual del 4,3%; un repunte que dificulta a la Reserva Federal recortar mas los tipos de interés para reactivar el crecimiento económico. En China, el aumento de los precios roza el 7% anual, el máximo en 11 años.
Economía también destacó que la inflación subyacente en España, que deja fuera al petróleo y los alimentos frescos, sólo aumentó una décima, hasta el 3,2% anual.
El Gobierno insistió, por boca de Vegara y de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, en la idea de que la inflación aflojará en unos meses. El secretario de Estado de Economía sugirió incluso que la escalada puede frenarse en diciembre, dado el comportamiento del petróleo. El cálculo del Ejecutivo es que la diferencia en los precios del crudo se estrechará en el primer trimestre (el año pasado arrancó a 55 dólares para llegar a los 70 en abril) y permitirá rebajar la inflación en la segunda mitad del año. Un mensaje que se repite para que empresarios y sindicatos tomen nota. "Lo que debe incorporarse a la negociación colectiva es la expectativa de inflación", recalcó Vegara.
La previsión del Ministerio de Economía es que la inflación media en los doce meses de 2007 sea del 2,7%. Y sostiene que el próximo año puede ser inferior. Pero, por ahora, los servicios de estudios y analistas de la coyuntura económica española creen que esa previsión es mercancía averiada. Los datos recopilados por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) de los informes de 14 expertos sitúan la inflación en una media del 3,1% anual en 2008. Y cada nueva revisión eleva ese vaticinio. Funcas la subió ayer al 3,6%. El mismo nivel en el que la sitúa ya el Instituto Flores de Lemus, especializado en predecir el comportamiento de los precios.
Ambos centros de estudios destacan la evolución de los bienes industriales no energéticos, que sólo se han encarecido un 0,3% en el último año. Estos bienes concentran buena parte de las exportaciones españolas.
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