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Reportaje:Liga de Campeones: acaba la primera fase

El ilustre desconocido

De Sanctis sale del anonimato en el Sevilla por la lesión de Palop

"¿Alguien ha visto un Ferrari rojo? ¿Quién se lo ha llevado?". Los gritos de un espigado pecoso rubio sorprendían a los hinchas en la ciudad deportiva del Sevilla no hará ni dos semanas. En un aparcamiento con al menos tres Bentley y un Jaguar y muchos futbolistas con pose de gravedad, chocaba la naturalidad de alguien que inmediatamente se subía a un utilitario que conducía un jugador del filial y que, por supuesto, era rojo. Apenas firmó un par de autógrafos Morgan de Sanctis esa mañana. No era de los más reconocidos. El que fuera portero del Udinese durante más de dos centenares de partidos y que ha vestido la camiseta de la selección italiana en todas sus categorías no era entonces más que el suplente de Palop y se desconocía hasta cómo llegó al club sevillano.

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La carrera de De Sanctis empezó en el Pescara, en la Serie B. En 1997 fichó por el Juventus, en el que apenas disputó tres encuentros en dos cursos. Al Udinese llegó también para ocupar la suplencia, pero al poco se hizo con una titularidad que le llevó a la selección: dos internacionalidades. El pasado verano decidió romper su contrato y su agente se puso a buscarle equipo. Y ahí le cazó Ramón Rodríguez, Monchi.

El director deportivo del Sevilla aclaraba ayer que la pelea entre De Sanctis y el Udinese ha llegado hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo, que será el que decida cuánto y cómo tiene que pagar el jugador del Abruzzo al que fuera su club. "Con nosotros tiene un contrato que no depende de lo que decida el tribunal", aclaraba Monchi. "Sin duda, es uno de los jugadores más profesionales con los que me he topado". Por la misma onda respondía su compañero y compatriota Maresca: "Es un jugador de equipo. Juegue o no, su comportamiento es igual y siempre está pendiente de todos y de todo. Y de buen rollo".

De Sanctis no se ciñe a casi ninguno de los comportamientos habituales. Vive solo en un apartamento en el centro más ruidoso de la capital andaluza, protegido por el anonimato que rompió la grave lesión de Palop, a la espera de que el próximo año su esposa y sus dos hijas le acompañen tras encontrar el colegio bilingüe -en inglés- que le ha satisfecho.

Se ha tomado su particular reválida ante el Slavia con aplomo: "Ser portero en Italia es otra cosa. Quitando a los grandes, los equipos se construyen pensando primero en la defensa. Aquí hay que estar mucho más atento a los contraataques, a afinar en las salidas, porque muchas veces no tienes quien te arrope. Pero para eso me he estado preparando estos meses, ¿no?". Un detalle: en el Sevilla nadie tiene miedo por la portería en los próximos meses.

Slavia: Vaniak; Krajcik, Brabec, Suchy, Hubacek; Senkerik, Volesak, Svec, Tavares; Pudil y Gaucho.

Sevilla: De Sanctis; Daniel Alves, Mosquera, Dragutinovic, Crespo; Jesús Navas, Renato, Poulsen, Duda; Kanouté y Luis Fabiano.

De Sanctis.
De Sanctis.efe

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