El desencanto

Después de las primeras semanas de flechazo, el desencanto. A los jugadores del Valencia les delataba ayer la mirada huidiza y el caminar cabizbajo por los pasillos del aeropuerto de Gatwick, en Londres, a la espera de cerrar hoy su triste participación en la Champions ante el Chelsea con algún punto que les clasifique al menos para la Copa de la UEFA: necesitan un resultado mejor que el del Schalke ante el Rosenborg. Pobre consuelo. Salvo Cañizares, gato de siete vidas que ha resucitado cuando se le daba por muerto, el resto eran caras largas.

Es el desencanto con el entrenador, Ronald Koeman, al que hace un mes los futbolistas saludaron con entusiasmo por su aureola de icono del fascinante Barça de Johan Cruyff. Recién asomada la cresta rubia de Tintín, el Valencia ganó al Murcia (3-0). Un espejismo. No ha vuelto a marcar en los otros cinco encuentros. Y, lo que es peor, no da sensación de poder hacerlo. Cada vez está más alejado del área contraria, dispara menos (es el menos rematador de la Liga) y sus hombres decisivos lo son menos.

¿Qué ocurre? Los jugadores se quejan de que Koeman haya ido quitándoles confianza. Quien hoy se considera importante es mañana un cero a la izquierda. Y al revés. Joaquín, Albelda, Albiol, Angulo y Morientes están tocados anímicamente. Silva, Villa y Vicente transmiten un hastío que atribuyen a la falta de fluidez de un conjunto sin ideas claras. Tampoco cuelan las ínfulas atacantes del entrenador, que aseguró haber cambiado el esquema hacia un 4-3-3 ante Osasuna cuando se trató de un 4-5-1. Y el equipo sólo tiró dos veces. "Si jugamos a 40 metros del área, ¿cómo vamos a crear ocasiones?", se lamentan los atacantes. Sus compañeros no se atreven a descolgarse en el ataque y sólo cubren su zona. La consecuencia es que llegan pocos arriba y Villa es una isla. Un dato demoledor: en la anterior temporada, Villa fue quien más remató a puerta de la Liga y hoy no figura entre los 30 primeros.

Entre tanta tristeza, un chico rebotaba de euforia el sábado pasado en Pamplona: el español de origen nigeriano Sunny. Cumplió en su trabajo de recuperador en el centro del campo y se pasó la noche en vela buscando un rincón en la cama en el que hallar el sueño. Sin éxito. Hoy tendrá probablemente su segunda oportunidad como titular.

Pase lo que pase esta noche en el estadio de Stamford Bridge, el Chelsea ya es con toda seguridad el primero del grupo. Ha superado la crisis con la que llegó a Mestalla en el choque de ida, recién destituido el portugués José Mourinho, y con aquella victoria en Valencia afianzó al israelí Avram Grant en el banquillo.

También ha ganado crédito desde entonces Shevchenko, que marcó de cabeza el sábado ante el Sunderland (2-0). No le acompañará esta noche el marfileño Drogba, recién operado de la rodilla, que estará de baja hasta que se incorpore a su selección para disputar la Copa de África. Es decir, como mínimo, no volverá a jugar con el Chelsea hasta el 10 de febrero.

Chelsea: Cudicini; Belletti, Alex, Ben Haim, Ashley Cole; Wright-Phillips, Sidwell, Lampard; Pizarro, Kalou y Shevchenko.

Valencia: Cañizares; Miguel, Albiol, Helguera, Moretti; Sunny, Marchena; Arizmendi, Silva, Vicente; y Villa.