Juntos, pero no revueltos

De la concentración celebrada el martes contra ETA, convocada por parte del Gobierno y todas las fuerzas políticas, podemos sacar una única conclusión: que si bien el fin es el mismo cada uno sigue tirando por su lado y no me refiero únicamente al PSOE y al PP, sino incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo.

No me explico la negativa de la AVT a asistir a la concentración contra un atentado mortal cuando en apenas tres años ha realizado nada menos que ocho manifestaciones sin que haya habido atentados que justificaran su convocatoria. Tampoco estuvieron en la manifestación de diciembre de 2006 convocada por los sindicatos en repulsa por el atentado en la T-4 de Barajas; tampoco estuvo el PP arguyendo un motivo tan absurdo como no estar de acuerdo con el lema de aquella manifestación, muy parecido al de la convocatoria del martes.

Creo que el deslucimiento de la convocatoria es fruto de una legislatura crispada al máximo sobre todo por el Partido Popular, que sin asumir su derrota electoral, se ha visto desprovisto de propuestas o ideas constructivas con que hacer frente a las políticas del Gobierno y cuyo resultado pudimos ver el martes: confrontación en la calle y poca asistencia. Esperemos que estas actitudes cambien, por el bien de todos, porque a ETA le queda muy poco.