Atascos, colas, pelucas y una riada de turistas
El comienzo del puente de la Constitución colapsa el centro de la ciudad de coches y visitantes
Son las doce y ya cuesta pasar tranquilamente por las calles efervescentes de la capital. Los coches también acuden a la cita. Hasta tal punto que, una vez que se van llenando los aparcamientos, la policía va cortando las calles. "Todo el follón está en el centro", se quejaba poco después un taxista, "es imposible entrar".
Madrid se llena de gente al inicio del puente de Constitución. Muchos de los que pasean por las plazas y parques son los de aquí. Y muchos turistas españoles y también extranjeros. Pero, como asegura Mario, del puesto de información municipal de la plaza de Callao, los que destacan en ese puente son los europeos, sobre todo quienes llegan del Reino Unido, Francia e Italia. Tiene más trabajo que cualquier fin de semana.
Casi la mitad de los visitantes de Madrid son extranjeros. Y cada año vienen más Una estudiante de Barcelona no quiere estrés: "¡Compras, cero!"
En una encuesta realizada ayer al azar por EL PAÍS a 18 grupos de visitantes, los españoles ganaban por goleada: 13 frente a 5, aunque los datos oficiales revelan que durante el año, casi la mitad de los visitantes (47%) son extranjeros, que van ganando peso. La nacionalidad más numerosa es estadounidense (14%), seguida de la británica (10%), italiana (9%), francesa (7,5%) y alemana, portuguesa y japonesa, en torno al 5%. Madrid es el primer destino turístico de España gracias al turismo de negocio. Este año se han batido récords todos los meses.
Los extranjeros venían de Brasil, Alemania, Singapur -una estudiante que viajó desde Londres para encontrarse con sus padres aquí-; Rumania -un matrimonio que vino a ver a su hijo, que trabaja en Alcalá de Henares- y Perú. Es el caso de Sergio, un joven periodista de Lima de 28 años, que vino aquí solo. Es la primera vez que viaja tan lejos de su país. Está en la calle de Preciados, en la entrada de Puerta del Sol. Con un mapa enorme de la ciudad, que lleva en las manos, intenta orientarse para poder seguir su visita turística por el casco viejo. El plan para los pocos días que piensa pasar aquí es ver museos, plazas, Palacio Real, Puerta de Toledo. Lo había mirado todo en Internet. Lo que más le impresiona de la ciudad es la plaza Mayor. "Es bonito que combinen la feria con la bonita arquitectura", afirma. Cuatro días llenos de visitas de los lugares de mayor valor histórico y turístico y paseos nocturnos por la ciudad le costarán unos 2.000 euros, billete incluido.
Claudia, una estudiante barcelonesa de 34 años, no piensa visitar mucho, solamente el casco viejo, el templo de Debod y coger el teleférico. El propósito de viajar a Madrid es visitar a una amiga, pasear y pasarlo bien sin prisa ni estrés. "¡Compras cero!". Lo tiene muy claro.
La lista de sitios que quieren visitar Arge y Araceli, dos chicas de Pamplona, es muy larga. En ella están el Palacio Real, el Museo Reina Sofía, los jardines de Sabatini, el Rastro, el mercado de San Miguel, la plaza Mayor y la Puerta del Sol. Es la primera vez que están aquí. Les quedan sólo tres días para ver todo lo que tienen previsto.
Patricia es maestra y su marido Francisco trabaja de director en una empresa. Son de Zaragoza. Han aprovechado para traer a Madrid a sus dos hijos para que vieran la capital. Paula, la niña de cuatro años, con la peluca rosa recién comprada en unos de los mercadillos tradicionales de la plaza Mayor, mira con ansiedad unos canutillos de chocolate, mientras su hermanito pequeño de dos años, sentado en su cochecito, observa a los niños con máscaras que representan animales o protagonistas de sus películas preferidas. Precisamente la plaza Mayor es uno de los sitios más citados por los visitantes, además de la Puerta del Sol. "Madrid siempre nos ha gustado. Tiene su encanto. Y con los adornos navideños más aún", dicen Patricia y Francisco.
Entre el bullicio destaca Rocío con sus grandes gafas de sol. Ni ella ni Manolo, con quien viaja, habían visto antes la ciudad. Los dos, andaluces de Huelva, aprovechan su estancia aquí no sólo para visitar, sino también para la cultura: quizás vean alguno de los musicales en cartel y tampoco se quieren perder salir de fiesta.
La gente tapizaba la plaza Mayor, la Puerta del Sol y los alrededores del Museo del Prado. La entrada gratuita generó colas de centenares de personas durante todo el día en las tres puertas de la gran pinacoteca. Por la tarde, los coches volvieron a intentar conquistar el centro y el recién inaugurado bus de la Navidad también se quedó varado en el atasco.
No todos los turistas vinieron con el propósito de visitar la ciudad. Ana y Blas, funcionaria y maestro, de Murcia querían ver sobre todo la entrada de los políticos en el Congreso con motivo del día de la Constitución. Han pasado en Madrid sólo una noche. Visitaron el Palacio de Oriente, los jardines y esculturas por esa zona, que les gusta mucho.
Anoche iban al teatro, a ver Salir del armario y después del espectáculo regresarían a su ciudad. Todo eso les costó 250 euros.
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