La época de oro y el camino del jazz

El Ballet Nacional de España rememora en el espectáculo que ofrece en el Teatro Arriaga a partir de hoy dos hitos de la danza española en el siglo XX: la época dorada que protagonizó el bailarín Antonio Ruiz Soler en los años 40 y el montaje El café de Chinitas que Encarnación López, La Argentinita, estrenó con las canciones populares recuperadas por Federico García Lorca.

Elegía-homenaje (a Antonio Ruiz Soler) fue incorporada al repertorio del Ballet Nacional de España en 2006, en conmemoración del décimo aniversario de la muerte del bailarín. La coreografía de José Antonio, director del Ballet Nacional de España, reinterpreta con la música de Joaquín Turina el baile de Antonio, en un reconocimiento a su legado y al éxito que cosechó a mediados del pasado siglo durante sus giras por Estados Unidos.

Para rememorar El café de Chinitas José Antonio ha remozado las canciones de García Lorca con la música del pianista Chano Domínguez. "Sonará muy flamenco, pero jazzístico y actual", advirtió el coreógrafo y director de la compañía.

El montaje se construye con ocho de las canciones de El café de Chinitas y con una reconstrucción de los telones que La Argentinita encargó a Salvador Dalí en 1943, en homenaje a García Lorca.

Será la voz de Esperanza Fernández la que ejerza de "maestra de ceremonias", en palabras de José Antonio", en un espectáculo en el que se sucede "la creatividad, el sexo y la muerte". Fernández representa la cara flamenca de "las canciones de toda la vida, con un toque muy especial". Ese toque lo pondrá el jazz de Domínguez. "Es la comunión de la música en vivo, el cante flamenco y el baile", explica el pianista. "Dentro de los compases medidos pasan cosas por la mente del músico de jazz. La improvisación está presenta sobre los ritmos básicos del flamenco".