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154 conductores detenidos en sólo dos días de aplicación de la reforma penal

Los temerarios serán perseguidos, arrestados y puestos a disposición judicial

Elsa Granda

La reforma del Código Penal que endurece las penas para delitos de tráfico entró en vigor casi de puntillas, un domingo y antes de lo previsto por sus propios padres, que temían que el puente se echara encima sin su nueva arma disuasoria. Sin embargo, esa sigilosa llegada, el día 2, contrasta con el alboroto creado por sus primeras consecuencias. En sólo dos días de aplicación, 154 personas fueron detenidas y puestas a disposición judicial. Muchos de ellos ya han sido condenados. 151 de los arrestados habían ingerido alcohol, más de 1,2 gramos por litro de sangre (se supera por ejemplo con más de cuatro cervezas), y tres se negaron además a someterse a la prueba de alcoholemia. Esta conducta está castigada con penas de hasta un año de prisión. Mientras que conducir en estado de embriaguez puede suponer entre tres y seis meses en la cárcel. Dependiendo de los agravantes que se den en cada caso, estas penas pueden alcanzar los cinco años de prisión. Se trata de las mismas condenas contempladas para quienes circulan a más de 60 kilómetros por hora en vías urbanas, los 180 en carretera y los 200 por hora en autovía. En los dos primeros días de aplicación de la reforma penal, comparecieron ante el juez por superar esas velocidades tres personas.

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Estos delitos se resuelven en juicios rápidos, y como las condenas no superan los dos años y la mayoría de los imputados no tiene antecedentes, los jueces optan por conmutar las penas de prisión por multas, retiradas del carné y trabajos con las víctimas. Eso sí, si reinciden deberán ingresar en prisión. Tráfico considera que 154 detenidos no es una cifra exagerada. "En cuatro o cinco meses la medida surtirá efecto y habrá menos casos. La sociedad tiene derecho a defenderse de los incívicos", señala el responsable de la DGT, Pere Navarro, que asegura que ésta es la mejor campaña para el puente de la Constitución, que arrancó ayer sin grandes atascos, pero con tres muertos en accidente. Tráfico quiere además que los conductores que rebasen ampliamente los límites sean arrestados al instante. Este asunto no plantea problemas en controles en los que intervienen dos patrullas. Pero en la mayoría de los casos sólo actúa un vehículo y los infractores siguen su camino y reciben posteriormente la denuncia. A partir de ahora, no será así. Cuando se detecten grandes excesos de velocidad, se avisará a todas las unidades para detener al temerario y ponerlo ante el juez. Más difícil resultará la condena de los pillados por un radar fijo. Antes de iniciar la vía penal debe concluir la vía administrativa en la que el dueño del vehículo identifique al conductor. Según Navarro, "se está trabajando con la fiscalía para ver cómo acabar con el problema".

Los primeros condenados

- Una mujer de Ferrol que el domingo circulaba con una tasa 0,85 miligramos de alcohol en sangre fue condenada al día siguiente a pagar 1.620 euros de multa, 22 días de trabajos sociales y ocho meses de retirada del carné.

- En Valencia, un hombre fue arrestado el domingo por conducir ebrio y no querer someterse a la prueba de alcoholemia. Antes de la celebración del juicio rápido, llegó a un acuerdo con el fiscal, y la pena de seis meses de cárcel fue conmutada por una multa de 2.160 euros y la retirada del permiso durante 16 meses.

- Un juzgado de Cerdanyola impuso 3.000 euros de multa, suspensión del derecho a conducir y trabajos sociales a cinco jóvenes por conducir tras ingerir alcohol. Todos fueron detenidos el domingo en un control.

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