Redada policial en Italia contra un clan de la Cosa Nostra

La policía italiana detuvo ayer en Catania (Sicilia) a 70 personas presuntamente pertenecientes a Cosa Nostra. Entre los detenidos figuraban Vincenzo Santapaola, hijo mayor del jefe Benedetto Santapaola, que cumple cadena perpetua, y el killer Antonino Faro, especializado en ajustes de cuentas carcelarios. En 1987, Faro alcanzó cierta notoriedad por asesinar en la cárcel sarda de Bad'e Carros al jefe Francis Turatello, y comerse el hígado de la víctima.

El clan Santapaola es un grupo de Catania relativamente marginal dentro de la Mafia siciliana, que gravita históricamente sobre Palermo y Corleone, aunque fue de los pocos que se opuso a la estrategia del terror desatada por los corleoneses de Totó Riina y Bernardo Provenzano en los años noventa.

Las detenciones de ayer supusieron, según la policía, la desarticulación del clan. El ministro del Interior, Giuliano Amato, proclamó que "el clima" está cambiando en Sicilia. "La alianza entre la sociedad civil y el Estado está arrojando resultados concretos. Los mafiosos no deben hacerse ilusiones: serán detenidos uno a uno".

En realidad, este éxito se debió a la información proporcionada por el arrepentido Umberto di Fazio, detenido en octubre de 2005 y desde entonces colaborador de la policía.

La investigación policial previa a las detenciones permitió descubrir vínculos del clan Santapaola con varios grupos de la pujante 'Ndrangheta calabresa y con el clan, anteriormente enemigo, de Bernardo Provenzano, el gran jefe de la Cosa Nostra corleonesa, detenido en 2006. Durante los registros en las viviendas de varios detenidos fue descubierto un libro de registro donde se consignaban las tareas realizadas por los distintos miembros del clan, especificando, en ciertos casos, las retribuciones percibidas. Gracias a ese cuaderno, la policía dio por resueltos 16 atracos y seis extorsiones cometidos recientemente. También fueron halladas armas, cocaína y marihuana.

No hacían falta las informaciones del arrepentido Di Fazio para detener a personas como Vincenzo Santapaola, de 38 años, hijo del jefe del clan. Santapaola fue detenido por primera vez en 1992, junto a su hermano menor Francesco. Fue detenido de nuevo en 1994 y puesto en libertad en diciembre de 1997. En agosto de 1999 entró en prisión por un año. Y en 2006 volvieron a encarcelarle, hasta hace unas pocas semanas. Vincenzo Santapaola es un viejo conocido de los tribunales.

También fueron detenidas tres mujeres: Angela La Rosa, esposa del jefe y madre de Vincenzo Santapaola, y Patricia Scriffignano e Iolanda di Grazia, esposa y hermana de Francesco di Grazia, hombre de honor dentro de los clanes cataneses que cumple en la actualidad cadena perpetua. Según la policía, las mujeres se encargaban de transmitir los mensajes de la dirección a los miembros del clan.