Sarkozy reconoce en Argelia la "injusticia" del sistema colonial

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, denunció ayer en Argelia la "profunda injusticia" del sistema colonial, que calificó de "contrario" a los principios de libertad, igualdad, y fraternidad. Sarkozy añadió "que también es justo decir que dentro de ese sistema hubo muchos hombres y mujeres que han querido Argelia antes de tener que dejarla", en referencia a los franceses que tuvieron que abandonar Argelia tras la guerra de independencia.

Así encaró Sarkozy uno de los temas calientes de su viaje oficial a Argelia, una visita que será, sin duda, la piedra de toque de la relación entre los dos países durante su mandato. Las de por sí complejas relaciones entre París y su antigua colonia, han tomado un tinte más amargo desde la llegada de Sarkozy al Elíseo. En Argel no olvidan sus opiniones sobre temas como la inmigración o la identidad, y algunas de sus tomas de posición precisamente en materia de colonización (1830-1962) y de los supuestos aspectos positivos de ella que defiende el presidente.

Contratos de gas

Sarkozy aterrizó ayer en Argel acompañado de una delegación ministerial y otra compuesta por 150 empresarios, y fue recibido en el aeropuerto por el presidente argelino Abdelaziz Buteflika. Según anunciaban fuentes de la presidencia, la visita se cerrará con contratos por valor de más de 5.000 millones de euros, relacionados esencialmente con el sector de la energía, más concretamente con la petrolera Total y la gasista GdF. El Gobierno francés confía en renovar los contratos de provisión de gas argelino hasta 2019.

En lo político, el presidente francés quiere convencer a su homólogo argelino de las bondades de su proyecto de Unión Mediterránea. En lo práctico, lo que esperan la mayoría de los argelinos es que París suavice el actual sistema de visados.

Un momento clave de la visita, sin embargo, tendrá lugar mañana en la ciudad costera de Constantina, en el noreste del país, uno de los lugares de referencia de la colonización francesa, lugar de origen de muchos de los llamados pieds noirs, los europeos que debieron abandonar el país tras la guerra de independencia y también la localidad que albergaba a la más importante colonia judía del país. Ha sido precisamente este elemento, el origen judío de la madre del presidente francés, lo que ha estado a punto de echar al traste este viaje oficial.

El ministro argelino de los antiguos combatientes, Mohamed Cherif Abbas, se encargó hace una semana de encender el fuego del antisemitismo declarando que Sarkozy debía su elección "al lobby judío". Buteflika habló después con el presidente francés para excusarse y señalar que las opiniones de su ministro no eran las de pueblo, pero la mayoría de los observadores coinciden en señalar que las declaraciones de Abbas venían a recordar a Sarkozy el estado de ánimo con el que se le recibe en Argelia. Sarkozy quiso apagar el fuego de la polémica. "Debemos mirar hacia el futuro", declaró.