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Ofensiva terrorista

"¡Cuidádmelo, cuidádmelo!"

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Blanca Bayón entró ayer "desorientada" a la habitación de su hijo. "Ha abierto el armario, se ha puesto a oler su ropa y decía: ¡Cuidádmelo, cuidádmelo!", explicaba una amiga de la familia entre lágrimas. Blanca es la madre de Raúl Centeno Bayón, el guardia civil asesinado ayer por ETA en Francia. El agente, de 24 años, había nacido en Madrid. Siempre tuvo clara su vocación, según sus compañeros. Le venía de familia. Su padre, José Centeno, también guardia civil, trabaja en la plana mayor del UPROSE, una unidad para dar protección a edificios oficiales, como por ejemplo cárceles. La madre es ama de casa.

El agente asesinado vivía en un pabellón del cuartel que la Guardia Civil tiene en la calle de la Batalla del Salado en Madrid, donde residía junto a sus padres y su hermano, que no es guardia civil. En el cuartel había "mucho dolor" e incluso temor: "Muchas veces, las familias no saben lo mal que se pasa". Un agente recordaba haber visto a Raúl hacía unos días. Otra compañera recordaba a su compañero como "un chico muy inteligente, un as en todo, de lo mejorcito".

En el cuartel también había críticas. Un agente se quejaba de la "insensatez" de enviar a sus compañeros a Francia sin armas: "Es increíble que manden a gente tan joven e inexperta a algo tan peligroso y que no lleven la pistola encima". Además, un compañero no se creía que el atentado hubiera sido fortuito: "En terrorismo no hay casualidades".

Fernando Trapero Blázquez, también de Madrid y de 23 años, tenía claro que quería prepararse para las pruebas de ingreso en el instituto armado. Las superó sin problemas, según aseguran quienes conocen a este joven. El padre de Trapero, también guardia civil, pasó a la reserva como oficial hace menos de un año. Estaba destinado en el acuartelamiento de El Tiemblo (Ávila). El alcalde de la localidad, Rubén Rodríguez, recordaba el "orgullo" que sentía el padre de Fernando por su hijo, "por elegir ser un servidor de la sociedad". Fernando tenía planes de futuro con su novia. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha decretado dos días de luto en la región.

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